La labor de muchos años en la defensa de los intereses profesionales de los arquitectos nos llevó a conocer las principales dificultades que se plantean en el cobro de sus honorarios y en la asunción de responsabilidades. El estudio y análisis de numerosas situaciones en que nos ha tocado intervenir, como abogados especializados en la materia, nos hacen considerar como sumamente útiles algunas sugerencias que queremos compartir con los lectores por el convencimiento de que en todos los casos procuran evitar la pérdida del fruto de su trabajo y esfuerzo.
1.- Trate de documentar su relación contractual desde el inicio. Para ello, no hay fórmulas rígidas. Puede hacerlo a través del formulario tipo de encomienda de trabajos, un contrato de locación de servicios o de obra o un presupuesto de obra aprobado o recepcionado por el comitente.
2.- Obtenga fotografías desde el inicio de la relación y si es el caso muestras del terreno. Son innumerables los casos en que a través de las fotografías pudieron probarse los trabajos efectivamente realizados aún sin contrato escrito.
3.- Nunca por ningún motivo entregue los originales de croquis, anteproyectos, o proyectos sin quedarse al menos con una copia de los trabajos realizados. No han faltado los casos en que entregados los planos al comitente, no quedó rastro alguno de los mismos y se imposibilitó la prueba del trabajo.
4.- Cuando entregue un trabajo, aunque fuera provisorio, obtenga una copia y trate de que su comitente la firme como recibida y con fecha.
5.- Conserve muestras y cotizaciones de los materiales que se empleen en la obra.
6.- Si la obra encomendada, se encuentra alejada de su domicilio y puede firmar un contrato escrito, introduzca una cláusula por la que las partes se someten a la jurisdicción de los Tribunales de su domicilio.
7.- Tome y registre apellidos, nombres y domicilios de los contratistas, obreros y demás personal de la obra. En muchas oportunidades necesitará contar con su testimonio para probar sus derechos.
8.- Cuando realice obras por administración no entregue los originales de facturas y recibos sin antes haber obtenido una fotocopia de los mismos.
9.- Al comenzar una obra o iniciar los estudios de un proyecto, asegúrese previamente sobre quién es el dueño de la obra y quién el del inmueble sobre la obra que se construirá.
10.- No pida firmas prestadas. Si la obra encomendada le interesa, inscríbase en la matrícula correspondiente a la jurisdicción de la obra. No olvide que si el proyecto está firmado por otro arquitecto, tan solo ese determinado arquitecto puede cobrar y exigir honorarios y no usted.
11.- No firme como constructor si en realidad no lo es. Evitará entre otras cosas ser responsable directo de los accidentes o despidos del personal obrero de la construcción de la obra.
12.- Presupueste la obra con seriedad y realismo. No olvide que algún día, tal vez deba defender la veracidad de ese presupuesto a los fines de poder cobrar sus honorarios y evitar la responsabilidad por negligencia profesional.
13.- Si emplea materiales novedosos, a los fines de construir una obra, asegúrese previamente de contar con los antecedentes que a su juicio sean suficientes para acreditar su buena calidad y probado rendimiento.
14.- Durante la dirección de la obra, lleve un prolijo cuaderno sobre la misma y vuelque por escrito todas las órdenes, especificaciones, detalles e inquietudes que usted considere que eventualmente debe poder probar que puso en conocimiento del comitente o empresa constructora.
15.- Con relación a la contratación de especialistas, no se guíe por las incumbencias sino por su conciencia. Recuerde que como director de obra es usted, y sólo usted quien determina la necesidad de su intervención, ya que será el único responsable si los defectos o errores provienen de no haberlos contratado.
Por Daniel Enrique Butlow – Abogado y Profesor titular honorario de arquitectura e ingeniería legal.
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