En Tatton Park, uno de los más hermosos jardines de Gran Bretaña, se instaló un puente flotante. Una obra que estuvo a cargo de Oliver Grossetête, artista autodidacta francés especializado en instalaciones efímeras. El puente es una de las instalaciones más famosas del artista por desafiar a las leyes de la física.
La instalación, está constituida por tres gigantescos globos llenos de helio que mantienen en equilibrio precario un puente de madera, realizada para la Bienal de Arte que celebra el parque. Esta es concebida como una obra de arte, más que como un mero paso para atravesar el lago. Un puente que intenta evocar a la poesía y lo intangible, es una experiencia de contemplación, deseo e imaginación y no una mera atracción de parque de atracciones.
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