El hormigón crudo da nombre al estilo arquitectónico conocido como Brutalismo. Entre sus materiales más utilizados se encuentran el hormigón o concreto, ladrillos, cristal, acero, piedra áspera y otros. Con formas geométricas angulares y repetitivas, y asociado al Funcionalismo, ha dejado huellas en la arquitectura moderna. Principales ejemplares e influencia en la arquitectura actual.
El brutalismo es un estilo arquitectónico que surgió del Movimiento Moderno y que tuvo su auge entre las décadas de 1950 y 1970. En sus principios estaba inspirado por el trabajo del arquitecto suizo Le Corbusier (en particular en su edificio Unité d'Habitation) y en Eero Saarinen. El término tiene su origen en el término francés béton brut u "hormigón crudo", un término usado por Le Corbusier para describir su elección de los materiales. El crítico de arquitectura británico Reyner Banham adaptó el término y lo renombró como brutalismo (brutalism en inglés), término que identificaba el estilo emergente.1
Los edificios brutalistas están formados normalmente por geometrías angulares repetitivas, y a menudo permanecen las texturas de los moldes de madera que se emplearon para dar forma al material, que normalmente es hormigón. No todos los edificios brutalistas están hechos de hormigón, el edificio puede también ser brutalista si tiene una apariencia áspera y se aprecian sus materiales estructurales desde el exterior. Muchas de las casas construidas por Alison y Peter Smithson están hechas de ladrillo. Los materiales de construcción brutalistas también pueden ser ladrillos, cristal, acero, piedra áspera y gavión.
El brutalismo es un estilo arquitectónico que se asoció con las ideologías de utopías sociales que tendían a promover sus diseñadores, especialmente Alison y Peter Smithson. La idea del brutalismo, como bien dice el nombre, es expresar los materiales en bruto. El fracaso de la formación de comunidades positivas en estructuras brutalistas, posiblemente debido al proceso de decaimiento urbano que tuvo lugar tras la Segunda Guerra Mundial, especialmente en el Reino Unido, privó tanto a las ideologías como al movimiento de popularidad.
Numerosos ejemplos en la arquitectura de campus universitarios, museos, edificios de bancos como el Banco de Londres y América del Sur, en Buenos Aires, obra del argentino Clorindo Testa, así como obras en Brasil, países mediterráneos y en general en países de clima templado con tradición constructiva de materiales áridos, como ladrillo, cemento, y arena. En la ciudad de Monterrey en México, un claro ejemplo son las instalaciones del Centro de Innovación y Transferencia y Salud del Tecnológico de Monterrey. En Uruguay, el aulario de la UDELAR.
El Centre Pompidou, de los arquitectos Richard Rogers y Renzo Piano, está construido en cristal y metal, pero se considera brutalista, porque tiene todas las instalaciones de servicio hacia el exterior.
Los materiales que se consideran brutalistas son: el hormigón, el acero, el cristal, la piedra rústica, el ladrillo.
El movimiento decayó a causa de la imposibilidad de formar comunidades exitosas en estructuras brutalistas, por el estancamiento urbano que prosiguió a la Segunda Guerra Mundial.
El brutalismo perseguía el funcionalismo, la eliminación de convencionalismos.
Su principal innovación consiste en mostrar los servicios al exterior, todo elemento auxiliar que permanecía oculto, es puesto de manifiesto en la fachada, como son las tuberías de agua, los ductos de ventilación, etc.
Antecedentes
Después de la segunda guerra mundial, la Gran Bretaña tuvo una gran inclinación en torno a la tecnología y a las necesidades de producción de la arquitectura. Y de hecho el reforzamiento político industrial y las aspiraciones sociológicas.
En la época del Brutalismo se desarrollo una expresión arquitectónica exuberante, fue un movimiento reformador que unido a los principios fundamentales del funcionalismo condujeron a la eliminación de muchos convencionalismos, produciendo una sana evolución dentro de la arquitectura moderna. Se asume el tema de la ciudad y del planeamiento urbano.
REYNER BANHAM
Reyner Banham (1922-88) ha sido uno de los críticos más influyentes en la arquitectura, el diseño y la cultura popular desde mediados de los años 50 hasta la década de los 80. Apreció especialmente la época del Brutalismo llamándolo así como un cambio innovador.
Ingeniero e historiador de formación, mostraba su convencimiento de que la tecnología hacía la sociedad no sólo la hacia más exuberante, sino sobre todo, más abierta y democrática.
Características de los edificios brutalistas
•Geometrías angulares repetitivas
•Texturas de los moldes de madera que se emplearon para dar forma al material, que normalmente es hormigón o concreto
•Apariencia áspera y se aprecian sus materiales estructurales desde el exterior.
•Los materiales de construcción brutalistas pueden ser ladrillos, cristal, acero, piedra áspera y gavión
•Consideración de los vínculos sociales con el hábitat.
El Brutalismo arquitectónico realmente es un reflejo de renovación mostrando el poder tecnológico y por ende económico de los países Europeos (Inglaterra).
Sus edificaciones muestran una cierta extravagancia en el uso rústico y tajante de los materiales, sin buscar precisamente la forma más fina para mostrar su esteticidad.
Afortunadamente el empleo de tecnología y nuevos materiales vinieron a enriquecer en su conjunto las variadas y bellas vistas urbanas de las que hoy disfrutamos,
Probablemente uno de los aspectos menos explorados en el Brutalismo es la economía, en este caso hubo quien se atrevió a ver más allá de la estética convencional y ofertar atractivamente algo diferente con un costo más bajo y con un carácter distinto e innovador.
Un claro ejemplo de esto es el uso de las estructuras metálicas para puentes peatonales, cubiertas con estructuras tridimensionales, perfiles al descubierto en edificios, etc. Estos elementos han logrado integrarse al paisaje urbano con gran versatilidad y éxito.
El brutalismo en Latinonamérica
Entre todos los ejemplos se destaca el edificio de la sede en Lima del Banco Central de Reserva Sede Lima, en Perú., por su importancia institucional, donde su jerarquía y monumentalidad son acentuadas por los contrastes creados por las proporciones y la gran escala dentro de un contexto de gran relevancia histórica.
En 1975-1976, se construye el Banco Central de Reserva del Perú, diseñado por los arquitectos L. Tapia Gracía y Manuel Llanos John, que ganó el Hexágono de Oro en la Tercera Bienal de Arquitectura Peruana. Esta obra tiene una volumetría ortogonal con diversas intervenciones: adiciones y sustracciones. El edificio fue concebido con un esquema monumental y expresionista, explotando la función estructural y los materiales: concreto expuesto y vidrio. Los arquitectos utilizaron elementos geométricos repetitivos en la composición de la fachada, elementos estructurales construidos principalmente en concreto expuesto, haciendo aporte a la tendencia moderna del Brutalismo, con un componente arquitectónico emblemático del Centro Histórico de Lima: el patio. Se plantea un gran retiro de la fachada, generando un patio al ingreso del edificio que permite apreciar la monumentalidad del mismo de una manera mejor y que crea un espacio de respiro al peatón.
El brutalismo en la actualidad
Un proyecto actual de apartamento-loft de un joven arquitecto brasileño, Guilherme Torres, nos muestra las influencias de este estilo y la relevancia, incluso en el diseño interior, como en este caso. El diseño y la decoración de la vivienda han supuesto todo un reto ya que se trata de la rehabilitación de un viejo local transformado en vivienda.
El resultado fue la GT House. Según su autor, el diseño del loft se inspira en el trabajo de un famoso arquitecto brasileño ganador del premio Pritzker en 2006: Paulo Mendes da Rocha y de ahí la denominación de "brutalista". Este arquitecto fue un gran explorador de los mecanismos de la arquitectura funcional tales como las tuberías e instalaciones vistas y la Arquitectura Brutalista.
El interiorismo de este singular espacio resulta acogedor y vanguardista con soluciones arquitectónicas que forman parte del resultado decorativo. Se plantea como objetivo hacer una adaptación original y económica de los espacios y que resuelva los problemas de grietas de muros, electricidad y filtraciones de agua. Se rehacen todas las paredes eliminando los revestimientos antiguos pero el conjunto de instalaciones pasan a ser protagonistas de la decoración. También destaca el suelo de hormigón en masa, toda una referencia al carácter industrial del estilo en sí.
El arquitecto ha intentado crear espacios abiertos donde introduce elementos contundentes y sólidos de mobiliario que combina con piezas exentas de estilo contemporáneo como la mesa longitudinal del salón y el sofá con cierto aire "bruto" y tosco, a medida, construido de pared a pared y decorado con colchonetas y almohadones. La cocina se reduce a un espacio de 3 metros de largo por escasos 1,40 mt de ancho, con suelo cubierto de goma y decoración de las paredes con imágenes inspiradas en los dibujos geométricos árabes.
Una decoración singular, que recuerda a los espacios industriales en sus acabados y que se apoya en una decoración ecléctica y modernista con ciertos toques y guiños retro a los años 50 a 70.