«Mi Tierra, Mi Casa», es el nombre del ambicioso programa de autoconstrucción de viviendas anunciaron el gobernador de la Prov. de Santa Fe, Antonio Bonfatti y la intendenta de Rosario, Mónica Fein. El plan permitirá levantar 2 mil unidades en Rosario: 1.420 en el Parque Habitacional Ibarlucea (la llamada Zona Cero, sobre el ingreso a la ruta 34) y 580 en Avellaneda Oeste, un loteo ubicado sobre esa avenida al 4200. La financiación para la compra de materiales (por 50 mil ó 75 mil pesos) correrá a cuenta del Banco Municipal, con un plazo de devolución de 120 meses, los primeros seis «de gracia» para que cada familia pueda empezar a devolverlos ya estando bajo su propio techo. Los préstamos para adquirir los terrenos (de 30 mil a 60 mil pesos) deberán cancelarse en 36 meses.
Una de las mayores asignaturas pendientes en materia de inclusión social, el déficit de vivienda, empieza a revertirse. A nivel nacional gracias al programa Procrear, que esta semana larga su segundo sorteo y a nivel provincial y municipal por una serie de iniciativas que, con «Mi Tierra, Mi Casa», ahora ganarán un fuerte impulso.
En una conferencia de prensa realizada en la sede de la Gobernación, Bonfatti repasó los números en la materia. Dijo que sólo en sus ocho meses de gestión (y de existencia de la Secretaría de Hábitat) ya fueron entregadas 1.025 viviendas y otras 4.500 se encuentran en ejecución a través de diferentes modalidades constructivas y de financiamiento.
A esas 5.525 unidades ahora se sumarán las 2 mil del nuevo programa para Rosario, distribuidas en parcelas de 150 a 300 metros cuadrados en los distritos noroeste y sudoeste.
La novedad es que esas casas se levantarán gracias a una modalidad de autogestión, algo que por sus múltiples implicancias sociales Bonfatti no se cansó de destacar como una verdadera política de «construcción de ciudadanía». Del plan participarán la provincia, la Intendencia y el Banco Municipal, que dispondrá de 100 millones de pesos para esa línea especial de créditos.
La idea es que las casas se construyan según «prototipos flexibles», adecuados a las necesidades de cada familia y según un modelo «tipo meccano» (podrán tener 1,2 ó 3 dormitorios e incluso contemplar un local comercial o un taller), a partir de un módulo básico que permitirá rápidamente «estar adentro». La infraestructura —todos los servicios y pavimento— estará garantizada por el Estado.
En el sector de Avellaneda Oeste (18,5 hectáreas) los 580 lotes irán de 150 a 180 metros cuadrados y costarán entre 30 y 40 mil pesos como «valores de referencia», dijo el gobernador, mientras que en el Parque Habitacional Ibarlucea (66,2 hectáreas) tendrán 300 metros cuadrados y valdrán de 50 a 60 mil pesos. Los lotes se pagarán en 36 meses.
Para construir, el Banco Municipal prestará 50 ó 75 mil pesos, a devolver en 120 meses con cuotas de 750 ó 1.050 pesos.
Haciendo cuentas más finas, Bonfatti estimó que durante 30 meses (tiempo en que se superpondrán el préstamo por el terreno y el de los materiales)
cada familia deberá pagar un total de 1.050 pesos (lote más núcleo básico) y a partir del mes 31 continuará abonando sólo 750. Quienes pidan más dinero al banco desembolsarán unos 1.400 pesos durante 30 meses y después se quedarán sólo con la cuota de 1.050.
Los requisitos. Para aspirar al crédito será indispensable no poseer vivienda ni lote, conformar un grupo familiar permanente, poder demostrar ingresos (se calcula que para acceder debería contarse al menos con 4 mil pesos por mes, estimó Bonfatti), iniciar tareas de cercado y arbolado en el terreno en tres meses y comenzar a construir en un plazo de 6 a 12 meses.
Quienes ya estén inscriptos en el Registro Unico de la Dirección Provincial de Vivienda y Urbanismo podrán participar del sorteo público que adjudicará los préstamos (sobre 13 mil anotados en Rosario calculan que 9 mil estarían en condiciones de candidatearse), pero el listado «volverá a actualizarse» no bien el Concejo sancione la ordenanza correspondiente, de acuerdo al proyecto que Fein prometió enviar cuanto antes.
El consejo, tanto de Bonfatti como de Fein, fue «no agolparse» y esperar a que se habilite «un predio grande» (que podría ser la ex Rural) para la reapertura del registro.