Este proyecto es impulsado por la Facultad de Arquitectura, Diseño, Arte y Urbanismo de la Universidad de Morón.

La casa cubo de 100m2 está basada  en una pieza similar a un ladrillo, en relación a la mano del hombre, solo que realizaron una pieza triangular de madera aplicado a un módulo mínimo (El módulo i). Estas piezas también tiene la función de parasol o para colocar el aislante térmico, material  vegetal  o  según sea la necesidad.

El prototipo que crearon es el de una vivienda íntegramente construida en madera para personas de la clase media. Funcionalmente, la buena distribución entre las áreas íntimas y las sociales permiten la coexistencia de actividades sin interferencia entre ambas.

La construcción está pensada para climas y paisajes de poca urbanidad, pueden ser en centros de veraneo o áreas suburbanas alejadas de la ciudad, pues las visuales están orientadas hacia todos lados.  La casa se encuentra abierta hacia todos lados, el interior y el exterior se funden. La iluminación y la ventilación cruzada son  naturales, atraviesan los ambientes y por debajo de la vivienda. También pensaron que la inyección de aire a la vivienda se podía lograr por geotermia, para reducir el impacto energético en el momento de utilizar la calefacción o la refrigeración de los distintos ambientes.

Tuvieron en cuenta la posibilidad de recolectar el agua de lluvia para su posterior reutilización, así como también se aprovecha la energía solar para reducir el consumo. En el momento de diseñar el proyecto  se tuvo presente un compromiso fehaciente con el cuidado del medio ambiente.

También se utilizó como material noble, la madera,  por ser un recurso renovable para promover una arquitectura  sustentable desde su materialidad. El costo de estas viviendas es menor comparado con el de las viviendas de construcción tradicional, ya sea, por la utilización de estos materiales, como por la forma compacta. La  vivienda en madera resulta una construcción relativamente rápida con respecto a las tradicionales.

Las escaleras fueron concebidas  desde un juego plástico que se acomoda en los muros de madera. Los peldaños son unas piezas alargadas triangulares que nacen desde  la fachada y se estructuran a los muros portantes.

La planta alta resulta de un modo flexible pues tiene la posibilidad de funcionar como un atelier  o dividirse en dos dormitorios con sus baños respectivos. En la planta baja, el núcleo de locales húmedos divide el sector de la circulación vertical del living-comedor. Además, la casa cuenta con la posibilidad de ampliarse hacia el sector de la terraza cuando se agrega una escalera en una de sus  caras exteriores del cubo.

La forma de la vivienda, el cubo, posee un comportamiento favorable para los cambios climáticos, al ser compacta, el coeficiente de globalidad se reduce con respecto a otras formas de resolver la arquitectura.

 

Por Alexis Bernardou – www.miespaciodearquitectura.blogspot.com