En Nueva York una arquitectura de mediadas del siglo XIX, utilizada originariamente como cuadra para carrozas y caballos, es recuperada con el uso del cristal, del metal y del cemento como vivienda capaz de aprovechar lo reducido del tamaño de su espacio para adecuarse al estilo de vida de la metrópoli. En Nueva York, en el West Village, el estudio Christoff: Finio recupera una pequeña vivienda de la segunda mitad del siglo XIX, surgida para albergar las cuadras de la vivienda contigua según los usos de la época. La obra se integra en un contexto rico en arquitecturas de lenguaje contemporáneo, en donde la elección de los materiales de los revestimientos murales se convierte en elemento preponderante en la definición del carácter proyectivo. Nosotros los europeos hemos crecidos pensando en los Estados Unidos como en un país sin historia, ciertamente influidos por una tradición en el actuar que en cambio mira a la historia en continuación, tan atenta a preservarla que se asume el riesgo de quedarse atrás en la carrera de la innovación. En cambio un pasado lo tiene también la tierra de Colon, si es verdad que incluso las vicisitudes de una pequeña vivienda en las inmediaciones del Hudson cuentan un pedacito de historia de Nueva York. Y como en el horizonte de la metrópoli suben cada vez mas alto las torres de los arquitectos estrella, a la sombra de los rascacielos de apartamentos realizados por Richard Meier y por Asymptote en Perry Street en el West Village, resurge este dos niveles de 110 m2, con 150 años de historia y un reciente incendio, cuya dignidad viene dada por su inteligente rehabilitación y adaptación funcional a la vida neoyorquina, desenredado entre espacios de dimensiones reducidas en los que organizar una existencia. Una casa verdadera en suma. Asomado a un estrecho callejón que corre a lo largo del rio Hudson, la fachada de la entrada se integra en un contexto variadamente decorado, en el que la calle esta revestida de cantos rodados, mientras que las fachadas de los edificios contiguos, igualmente bajos y aplastados unos sobre otros sin pausas, gozan cada uno de una personalidad diferente. La fachada anterior, que no tenía nada que ver con su aspecto original y que en los años 70 fue incluso adornada “en estilo morisco”, ha sido completamente tirada y sustituida por una fachada de cristal modular que interpreta la recalificación de la casa como apertura hacia la ciudad. La transparencia global en cambio se ve atenuada en la planta baja por un ritmo de chapas onduladas, de modo que los espacios interiores del edificio son puestos en estrecha relación visual con cuanto sucede fuera de este, sin que la privacidad de los interiores se resienta por ello. La verdadera vivienda empieza mas allá de la cristalera, con el zaguán como espacio filtro entre el interior y el exterior, en el que “aparcar” objetos, además de ciclomotores y bicicletas, irrenunciables medios de transporte para muchos neoyorquinos; y el cuarto de estar, en donde en otro tiempo en cambio se aparcaban las carrozas, un único espacio abierto, cuyo tamaño es casi duplicada por la extensión visual creada por el muro de fondo que se asoma al jardín: la pared está compuesta de hecho por una cinta acristalada transparente en la base, más allá de la cual continua la mampostería, consiguiendo asi intimidad con respecto a las casas de alrededor y un correcto nivel de protección de la luz natural, que entra desde abajo para reflejarse en el suelo. El cuarto de estar continua asi idealmente en el patio con jardín en la parte trasera, donde también continúan los muebles de la cocina y el suelo en lastrón de cemento pulido. Detalles interesantes son por último el tejado ecológico, no accesible, pero pensado como hábitat para pájaros y pequeños animales que viven en la ciudad y el apreciable revestimiento mural de la fachada sobre el jardín, compuesto por losas de pizarra, cuyo formato rectangular y su colocación en ligera superposición confieren movimiento y matiz a toda la superficie. Ficha Técnica Proyecto: Christoff:Finio Architecture Cliente: Particular Lugar: West Village, Nueva York (Estados Unidos) Superficie: 110 m2 Final de las obras: 2011 Empresa constructora: Alcon Builders Group Cocina: modelo de acero inox y teka de Innova Revestimiento externo en losas de pizarra Suelo en la planta baja de losas de cemento pulido Suelo en la primera planta de roble siberiano Paredes interiores enyesadas