Modern-and-innovative-seaside-home-wide-glass-wall-550x485En una zona de la costa adriática que se extiende entre Ascoli y Pescara, donde la ciudad parece perderse, cediendo el sitio a un paisaje aparentemente sin cualidades, Casa Capece-Venanzi es un signo fuerte, pero que se expresa con el lenguaje de la linealidad, de la discreción, de la ligereza.

Su especial ubicación, entre la llanura y la colina, junto a sus peculiares elecciones formales y materiales, implican una precisa elección: hacer dialogar a la vivienda con su contexto, buscar un contacto con la naturaleza que vaya mas allá de las elecciones tradicionales.

El edificio se desarrolla sobre tres niveles, siguiendo una articulación que juega no solo con las formas, sino con su improvisada aparición, con cortes limpios, aberturas inesperadas y volúmenes suspendidos. El sótano tiene un tejado jardín que limita con la zona de día de la planta baja. Esta ultima está delimitada por grandes paredes acristaladas correderas, y alberga una escalera que lleva a la primera planta. Aquí se encuentran las habitaciones y los servicios, junto a la sauna, el gimnasio y el estudio.

Cristal y aluminio hacen de protagonistas, dando vida a una composición que exalta la iluminación natural de los interiores, más allá de la ligereza y la armoniosidad de todo el edificio. El signo distintivo de Casa Capece Venanzi son los paneles de aluminio que encontramos a lo largo del balcón de la primera planta y sobre la cerca de la planta baja. Caracterizados por orificios de formas redondeadas y de diversas dimensiones, se dejan atravesar por la luz, dando vida a reflejos y a sombras, que confieren a la vivienda un aspecto irisado. Este juego de luces y de formas que se reflejan en los interiores enriquece la casa y sus espacios también de noche, gracias a un sistema de iluminación de leds que define una serie de «fondos» que hacen de la fachada acristalada de la primera planta una especie de pantalla. El exterior del edificio presenta acabados diferentes, dictados siempre por elecciones precisas y por el deseo de connotar los espacios según sus diferentes funciones, enfatizando además la composición del edificio, formado por dos volúmenes contrapuestos.

El basamento está revestido de piedra pero la fachada oeste es de cristal; el cuerpo paralelepipedo que se agrega al basamento es de revoque blanco, enriquecido por una trama de orificios circulares.

El volumen superior se extiende en saliente hacia el paisaje, en un vuelo ideal hacia la vegetación y hacia el aire. Es como si Casa Capece quisiera dejarse abrazar por la naturaleza que la rodea y, al mismo tiempo, dejarse atravesar por sus colores, por su luz, por sus olores.