Empapelado-en-dormitorio-600x432

Ya sea un papel tradicional o uno de los modelos más actuales, con relieve o de vinilo, el papel pintado es un revestimiento muy delicado.
La humedad provoca que se hinche, un mal empapelado puede causar burbujas y dobleces, mientras que el uso y el tiempo favorecen los desgarros y las manchas.
No obstante, ante cualquier problema, conviene actuar con premura para evitar que el deterioro sea mayor, guardar sobrantes del papel para arreglar un desgarro en el papel pintado, es fundamental contar con un trozo del mismo para cubrir la zona estropeada. No obstante, conviene que la diferencia de color entre ambos no sea demasiado vistosa -debido al paso del tiempo- y que la nueva pieza coincida con el motivo o dibujo que se quiere arreglar. Tras recortar un trozo de papel de un tamaño mayor al que se quiere cubrir, se coloca éste sobre la zona estropeada y, con un cúter afilado, se recortan a la vez los dos papeles, superpuestos de modo que la nueva pieza encaje con los dibujos o motivos que le rodearán.
A continuación, se retira el papel estropeado y se limpia la zona de la pared que ha quedado descubierta. Después, se extiende cola para empapelar en la parte posterior de la nueva pieza y se pega de modo que cubra con precisión el hueco.

Burbujas de aire: cúter, cola y una jeringa Si el problema es que se han levantado los bordes del papel, hay que aplicar un poco de cola con un pincel fino en la zona levantada. Después, sólo hay que retirar el exceso con una esponja limpia y húmeda. Para eliminar las burbujas de aire provocadas por la humedad, se pueden realizar sobre ellas dos cortes perpendiculares con un cúter y, seguido, con un pincel, aplicar cola en la pared y en la parte posterior de las pestañas del papel para empapelar. Otra opción consiste en pincharla con una jeringa en varios puntos e inyectar cola vinílica diluida en agua. Después, se aplana con una esponja para adherir el papel a la pared.