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Acero y cemento, desarrollo vertical y formas que sobresalen hacia el mar: la torre construida sobre un proyecto del Studio Mecanoo en la zona del puerto de Rótterdam se ha integrado fácilmente en el paisaje urbano, gracias a su variedad de formas y de materiales.
El edificio surge en el lado sur del muelle Wilhelmina, una zona que en los últimos años ha conocido un gran desarrollo, sobre todo con edificios de uso residencial o de oficinas. Sin embargo, mientras el lado norte ha asumido un destino predominantemente orientado al sector terciario, el lado opuesto alberga un mayor número de edificios con viviendas.
En 1999 el estudio Mecanoo recibió el encargo, de la Agencia de Planificación Urbana de Rotterdam, de proyectar un nuevo edificio que pudiera convertirse también en un punto de referencia en el skyline de la ciudad. Necesitaba, además, localizar soluciones no repetitivas, que de lo contrario habrían asimilado los edificios al anonimato de la edificación popular.
La solución encontrada por Mecanoo ha llevado a construir un edificio en el que diversos volúmenes se encuentran y se agregan, mientras que en otros casos permanecen suspendidos sobre el muelle. En este área, que en el imaginario del lugar está fuertemente ligada a los buques de la Holland-Amerika Line, la inspiración también se ha ligado a esta famosa compania de navegación, a su espíritu doble, que se refleja en la alternancia de formas y materiales.
Por el mismo motivo el bloque también recuerda a los rascacielos de Nueva York y de Chicago, construidos en los años 40 y 50 y caracterizados por la presencia de galerías y terrazas. En las dos primeras plantas encontramos un predominio del acero. Desde aquí se desarrolla la torre de más de 150 metros de altura y las plantas que se asoman hasta resaltar 16 metros. De la planta tercera a la 27 el que hace de protagonista es en cambio el cemento, junto al desarrollo vertical.

Desde el nivel 28 se retoma la presencia del acero, cuyo empleo ha sido buscado para permitir un empleo más flexible de estas áreas, además de una mayor variedad de formas.
En total, el edificio cuenta con unos 190 apartamentos de más de 50 tipos diferentes, caracterizados como loft, water apartments, city, sky. Aumentan las dotaciones de los pisos, de diversos metros cuadrados, los servicios de restauración, bar, gimnasio, piscina, además de servicios de lavandería y de limpiezas de los que pueden disfrutar los propietarios.
Desde el punto de vista formal el edificio se caracteriza por la buscada variedad de líneas, formas y soluciones, que acentúan el efecto rítmico de la arquitectura y contribuyen a su caracterización.
Una función desarrollada, en cualquier caso, también por la gran «M» que ha sido montada sobre el edificio en marzo del 2005. No solo es el logo de Montevideo: la «M» marca el skyline de Rotterdam y, montada sobre un eje rotatorio, se parece a una veleta, confirmando de este modo el espíritu marítimo de la ciudad.