La sustentabilidad energética implica considerar y satisfacer las necesidades de la sociedad en su conjunto. Pensar en el acceso y la equidad distributiva de los recursos energéticos presupone no sólo repartirlos mejor, sino construir las condiciones para que eso sea posible.
La sustentabilidad energética implica considerar y satisfacer las necesidades de la sociedad en su conjunto, entendidas no sólo como la condiciones para la subsistencia física, sino también como el ejercicio de los derechos económicos,
sociales, políticos, culturales y ambientales para una vida digna.
Pensar en el acceso y la equidad distributiva de los recursos energéticos
presupone no sólo repartirlos mejor, sino construir las condiciones para que eso sea posible.
La inserción de Argentina en el escenario internacional
La última fase (1964-1974) del desarrollo industrial en Argentina previo a la dictadura que se inicia en 1976, constituye el período más exitoso del proceso de industrialización sustitutiva de importaciones. Las exportaciones manufactureras de origen industrial, la exportación de tecnología de origen nacional y la exportación de capitales locales, constituyen para muchos autores la muestra de la maduración de la economía nacional que acompaña a la industrialización sustitutiva de importaciones y la búsqueda de un nuevo modelo de inserción del país en el escenario internacional.
Este proceso de industrialización fue acompañado por el desarrollo de una matriz energética que irá sumando al temprano y fundamental desarrollo de la industria del petróleo y sus derivados, el desarrollo del gas natural, el desarrollo hidroeléctrico y el desarrollo nucleoléctrico. Como aspecto negativo podemos señalar que el desarrollo energético del período no reparó en muchos aspectos medioambientales y de sustentabilidad, contruyendo una matriz de baja diversificación y muy dependiente de los hidrocarburos.
Fracasado el intento peronista (1973-1974) de profundizar el modelo industrialista y suprimida la estrategia de desarrollo de industrialización sustitutiva de importaciones por la política económica del gobierno de facto y en el marco de las transformaciones de la economía mundial, la economía argentina fue replegándose hacia actividades extractivas y manufacturas intensivas en recursos naturales. Este proceso se profundiza con las reformas estructurales de comienzos de los noventa y la tercera gran oleada de capitales extranjeros.
En los años 90 la industria local se hace más capital intensiva y,
consecuentemente, se incrementa la productividad entendida como cociente entre producto y número de empleados. Como contrapartida se produce un incremento en el consumo energético por unidad de producto. En el marco de este proceso, con la desregulación del sector energético, la privatización de YPF, Gas del Estado y de la mayor parte del sector eléctrico local, se produce una transferencia de la casi totalidad de los recursos energéticos y de la infraestructura energética local a los principales grupos de capital local (Pérez Companc, Roca, Bulgheroni) y a las corporaciones trasnacionales (Repsol, Total, British Petroleum, Petrobrás), con lo que el estado pierde el control de la política energética. Estas empresas le imprimirán un nuevo rumbo al desarrollo energético local, rumbo que llevará al país a la actual crisis energética.
En este contexto, intereses ligados a los agronegocios darán promoción a la industria de los agrocombustibles, actividad que plantea un grave dilema en torno al uso la tierra agrícola para producir combustibles o alimentos.
Sobre Energía y equidad
Esta publicación es una iniciativa de un colectivo de académicos, de militantes sociales y sindicales, de estudiantes, de hombres y mujeres que comparten una mirada crítica sobre el modelo de desarrollo económico/productivo regional, y que crees necesario abrir nuevos espacios de debate y de construcción conceptual, de reflexión y de propuesta en materia energética. Espacios que contribuyan a hacer posible otra realidad energética, en función de un proyecto social y ambiental que priorice, en América Latina, el único desarrollo esencial: el de los pueblos y los individuos.
Energía y Equidadpretende aportar al debate por la democratización de las políticas energéticas, fortalecer las resistencias y desarrollar propuestas alternativas.
Fuente: Energía y Equidad.