Con un lenguaje tradicional, donde se destaca el preponderante protagonismo del ladrillo, la constructora BGS Arquitectura, ha diseñado una vivienda arraigada a las tradiciones de sus propietarios, en la cual la cocina se constituye como el lugar de reunión cotidiano por excelencia.

En un terreno en esquina, con dimensiones de 35×23 mts, el arquitecto Juan Giovino pensó una vivienda para la típica familia numerosa, de descendencia italiana, con arraigadas tradiciones y valores morales, donde la cocina se presenta como lugar de reunión a toda hora del día.

Tal es así, que teniendo en cuenta los requerimientos de los comitentes se otorgó principal relevancia a este espacio.El mismo, fue dotado de una mesa para doce comensales, que se erige como hito de reunión y alrededor de la cual es posible convocar a toda la familia con la premisa de compartir momentos inolvidables que perdurarán por generaciones.

Este, a su vez, es el ambiente más alto de la casa y tiene relación directa con la galería y el patio. La vivienda presenta una clara mediación entre las necesidades de los propietarios y su materialización. Ostentando una criteriosa intervención que no pierde de vista los requerimientos de los clientes y sus gustos, ofreciendo como resultado una clara distribución funcional y armónica que invita a quedarse a disfrutar de ambientes cálidos y espaciosos.

ladriloValores bien definidos

Como premisa en la obra, los clientes encomendaron la utilización de ladrillos a la vista tanto en el exterior como en el interior de la vivienda, utilizando una cámara de aire entre ambos para lograr una mejor resistencia térmica.

Aprovechando el lote en esquina la vivienda se desarrolla en dos alas sobre ambas calles, con el acceso que hace las veces de núcleo distribuidor de funciones sobre la esquina. En el ala noreste, donde se ubica la parte privada de la casa, se ubican los tres dormitorios, los cuales se orientan al sol de la mañana.

En la noroeste se emplaza la parte social, donde se encuentran la cocina, el comedor y el living. Todos estos ambientes se abren hacia una galería quincho, lugar donde se sitúa la parrilla.

Para su construcción, se utilizaron materiales tradicionales como el ladrillo razado, elegido por sus propietarios como símbolo de firmeza y durabilidad en el tiempo, haciendo alusión a las creencias de los antiguos constructores llegados de la posguerra. En techos y entrepisos se utilizó la madera como material principal, generando ambientes cálidos y confortables. También fue pedida la utilización de techos de chapa con pendientes, lo cual nos dio la posibilidad de absorber dichas pendientes con ambientes de entrepisos en el interior de la vivienda y así poder generar una mejor calidad espacial en la misma