Con un vocabulario arquitectónico a base de líneas puras y rectas, planteando una moderna síntesis de forma y función, el estudio de los arquitectos Guillermo y Juan Ignacio Allerborn ha diseñado una propuesta singular que trasciende un intenso legado familiar.
Del análisis de los indicadores urbanísticos prescriptos para el terreno surgió un volumen edificable realmente importante, presentándose un gran desafío: volver amigable para la ciudad esta condición y explotar al máximo su potencial.
La propuesta del arquitecto Martín Castro García conforma una volumetría que muta a medida que se desarrolla en altura hasta llegar a un remate en doble altura, apelando a un lenguaje que renuncia a las estridencias.
Se procuró que la masa arquitectónica adquiriera la neutralidad propia de una de obra de arte conceptual, incluso trabajándola como tal por medio franjas horizontales que se expresan a través de la pintura y de un juego de llenos y vacíos en todas sus caras.
Otro concepto con el que se operó fue el de procurar que, dentro de la neutralidad aspirada en la propuesta arquitectónica hacia la ciudad, el habitante del edificio encuentre el espacio donde manifestar su singularidad, es por eso que los balcones adquieren gran protagonismo.
El autor reflexiona al respecto y asegura, “creo que esto es producto del repiqueteo en mi memoria de las imágenes de Le Corbusier para Argel y de los balcones de Buenos Aires, donde además de la expresión de las particularidades, caprichos y predilecciones de los moradores, los balcones constituyen un potencial aporte de material vegetal a la ciudad, y creo fervientemente que es algo que hay que incentivar”.
A partir de estas ideas, el proyecto permitió articular diferentes alternativas para las viviendas, permitiendo combinaciones de departamentos de dos dormitorios con diferentes características y explotando las condiciones singulares del remate con unidades en dúplex de mayor jerarquía.
Moderno y conceptual
El edificio se desarrolla en un subsuelo, planta baja y dieciséis pisos de viviendas. Cuenta con un hall de categoría, salón de usos múltiples, gimnasio, piscina y solarium en planta baja. En el subsuelo se ubican cocheras, bauleras y salas de máquinas. Los ascensores, de última tecnología, permiten acceder a los departamentos por palieres comunes a no más de dos unidades.
El proyecto consta de sesenta departamentos de 2 y 3 dormitorios agrupados de la siguiente manera:
Pisos 1 a 11: 2 unidades de dos dormitorios de aproximadamente 74m2 totales cada uno y departamentos de dos dormitorios de aproximadamente 87m2 totales cada uno.
Pisos 12 a 14: 4 unidades de 2 dormitorios de aproximadamente 85m2 cada uno. Pisos 15 y 16: 2 dúplex de 3 dormitorios al frente de aproxima- damente 138m2 cada uno y dos simples de 3 dormitorios de aproximadamente 167m2 hacia el contrafrente.
Dotada de un estilo sin estridencias, alejándose de la arquitectura cargada para la vista, la torre 0291 pretende crear un nuevo concepto de viviendas en la ciudad. Tanto por su altura como por su impronta racionalista y su moderno equipamiento, surge como un nuevo hito a solo, reflejando en cada uno de sus detalles, la nueva vivienda del siglo XXI.