Con motivo de los Juegos Olímpicos, este año se realizó en Londres un café en tan sólo dieciséis días: The Movement Café. Fue diseñado por Morag Myrescough, quien tomó algunas frases que el poeta Lemn Sissay publica en su Twitter para decorar las paredes de este lugar. En la entrada pueden verse varias palabras de distintos colores. Hoy permanece abierto, ofreciendo sus espacios para el desarrollo de performances y otras actividades de carácter creativo.
Un abandonado sitio industrial ubicado en Greenwich, Londres, es ahora ocupado por un café más un espacio cultural que acompaña el brote de programas de regeneración de espacios que acarrearon los Juegos Olímpicos.
La idea de este lugar era que su construcción fuera meramente temporal, como los demás pop-ups de Greenwich, la villa industrial de Londres, en la sede de esta fiesta deportiva. Ahora que esta ciudad ha dejado de ser la elegante anfitriona, este establecimiento permanece abierto, ofreciendo sus espacios para el desarrollo de performances y otras actividades de carácter creativo.
Myerscough colaboró con un equipo para desarrollar y pintar todo alrededor de esta estructura, incluido un modelo 3D que se posiciona en la fachada. Además, trabajó con el artista Luke Morgan de Supergroup para el diseño del mobiliario, así como para los cojines en el espacio de relajación, esparcidos por todo el café.
Inspirado por el extraordinario poeta y creativo “tweetero” Lemn Sissay, el diseño de este curioso café se apoya en sus palabras y sus versos, los cuales permanecerán en el sitio una vez que el período de seis meses de residencia de la estructura llegue a su fin. La construcción del maravilloso diseño del artista Morag Myerscough llevó solamente 16 días.
Continuando con la tendencia de utilizar cada vez más los materiales de construcción elementales, como también los desperdicios de la vida cotidiana, el proyecto crea un espacio centrado en la comunidad – un esfuerzo conjunto entre el diseño y la creación. La utilización de todos estos materiales demuestra cómo estos elementos básicos cooperan en crear un espacio de regeneración económicamente viable.
El amoblamiento está compuesto por mesas de laboratorios recicladas y tela de avión, creando así espacios para lecturas abiertas, comidas y performances acústicas. Sobre andamios expuestos se apoyan largos paneles de madera, pintados con patrones y palabras sueltas que ofrecen una apariencia caricaturesca.
El café está manejado por la Greenwich Co-Operative Development Agency, una organización sin fines de lucro que trabaja con comunidades necesitadas de Londres. La comida ofrecida es orgánica y forma parte de un comercio interno que promueve la ayuda a dicha comunidad, junto con helados vegetarianos y otros productos generados en la zona.
Más información:
http://www.themovementgreenwich.com/
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