221

Inspirada en el diseño moderno, de formas puras y volúmenes compactos, la vivienda proyectada por el arquitecto Fernando Villalvilla propone una relación espacial donde las áreas sociales son permeables. Cada una se encuentra en estrecha relación con la contigua, otorgándole unidad a la totalidad de la obra e integrando los diferentes usos, algo que resulta extremadamente beneficioso para la vida familiar.

En primera instancia, el proyecto contemplaba una casa de tres dormitorios en planta alta y en planta baja el estar comedor, la cocina y el lavadero, así como también un doble garage capaz de funcionar como quincho, conectado con la vivienda por dentro y por fuera.

Finalmente, el arquitecto convenció al comitente de realizar el dormitorio principal en planta baja, en suite, quedando el segundo nivel íntegramente para los adolescentes, con un lugar de juegos en doble altura hacia el comedor y living.

El dormitorio en suite, se ubica en la esquina del lote con un amplio baño compartimentado en dos espacios, donde sobresalen el hidromasaje y el box de ducha escocesa. La cocina gira hacia el interior, en relación con el comedor y estar a través de una puerta de vidrio y en comunicación con el quincho garage, posibilitando ser usada por toda la casa.

También en la primera planta, se ubican dos toiletes, una bajo escalera y el otro en la galería exterior para el uso exclusivo de la pileta.

La iluminación natural ha sido muy bien planteada en los diferentes ambientes. Cada sector goza de ventanales que lo ponen en relación con el exterior. Esto es beneficioso tanto por la calidez que otorga la luz natural, como por la ventilación que le provee a los ambientes. Las aberturas dejan entender que funciones se escondan detrás de ellas, exaltando su inspiración moderna.

219

La obra ha sido orientada de forma tal que la pileta queda con el sol durante todo el día y en relación con la casa mediante una galería que en los lugares de uso más frecuentes (quincho y estar se amplia para su mejor aprovechamiento.

En la parte del estar, un gran vano vidriado posibilita la vista de todo el patio desde el interior.

En la planta alta, se ubican dos habitaciones con placares y un baño dividido en dos, dejando una parte para uso del playroom y la otra, con mayor privacidad, para los dormitorios. La zona del escritorio o sala de juegos cuenta con salida a una terraza desde donde puede observarse todo el patio.

La obra responde a un planteo racional tanto en las formas como en la elección de los materiales. Se han empleado detalles de piedras verdosas y revestimiento exterior simil piedra en dos tonos, uno claro y el otro oscuro, en contraste con los ambientes principales.

La totalidad de las aberturas son de aluminio blanco de alta gama con doble vidrio y disponen de cortinas de enrollar motorizadas. Los pisos, son porcelanatos en dos tonos generando una guarda oscura hacia afuera y un tono más claro hacia adentro, resaltando el diseño del mobiliario.

Cabe destacar los detalles de acero inoxidable de la baranda de la escalera así como también los de las parrillas, tanto en interior del quincho como en el exterior de la galería que bordea la casa.

La relación del patio-pileta con todo el interior de la casa ha sido una de las premisas del proyecto, generando cierta privacidad hacia la calle.

 

Diseño de estilo actual

En esta vivienda racionalista, la decoración se centró en intervenir y diseñar los mobiliarios de los sectores del comedor principal, living, quincho y los dormitorios para lograr una distribución funcional y conseguir espacios diáfanos, llenos de luz. La decoración con muebles y materiales que reflejan la última tendencia. Los diseños de los diferentes mobiliarios de la casa son de líneas sencillas, rectas, puras y fluidas, aportando a cada rincón un innegable aire moderno.

El juego cromático de la planta baja de la casa es de claroscuros con muebles en madera tono wengue, combinados con vidrio y tapicería en tonos neutros, siguiendo las líneas que presentaba el mobiliario de la cocina, para lograr un espacio más dinámico.

En el living, la sobriedad de líneas y colores que se aprecian se suavizó con complementos en tejidos como el chenille, con gamas muy cálidas, y con la elección de objetos decorativos que, con sus tonos en verdes-turquesas, aportan calidez al espacio.

El estudio de los puntos de luz fue clave en la planificación de la decoración. Se diferenciaron dos tipos de instalación: la habitual en una vivienda, con luminarias empotradas en el techo, creando una luz general y natural, y spots empotrados que generan una luz puntual y directa a todo el marco perimetral del sector del living.

En el comedor principal, se puede apreciar la escalera y la puerta colgante de vidrio y acero que separa de manera estética el comedor de la cocina-comedor.

La puerta, se diseñó en armonía con el espacio. Desde un primer momento, los clientes plantearon una separación con cerramiento, pero una vez propuesto el diseño de una puerta con doble función y vidrio colgante, se decidió por esta última, llevándola a cabo de manera exitosa. La combinación del vidrio y el acero hacen que sea liviana y un punto focal de la casa. Además, este diseño permite que la arcada quede completamente despojada y la puerta pueda ser apilable a un costado de la pared.

En el comedor principal, se trabajó con una mesa y sillas en tono lustre wengue, con un tapizado blanco. Sobre ellas se desataca una lámpara de diseño de forma rectangular que sigue las líneas del espacio.

La escalera, de calzada de madera en tono natural con baranda de acero inoxidable, si bien corta con los tonos del ambiente, logra armonizar y generar amplitud. Está acompañada por luces empotradas en la pared y por luminarias que dirigen una luz focal hacia la misma en tono rojo terracota, color que se prioriza en todo el espacio del comedor.

En la planta baja, se intervino también el dormitorio principal en suite, diseñando y amueblando con dos cubos flotantes como mesas de luz y un cabecero, hecho a medida, que va de pared a pared. Lo que caracteriza a este respaldo es la posibilidad de tener luz en forma de tira de leds, combinado con un vidrio esmerilado.

La elección de las tonalidades reafirma la sobriedad del mobiliario. En el baño se mantuvo esta tendencia, con la combinación de tonos neutros y madera wengué.

La línea de blanco, como los complementos decorativos, almohadones y cuadros fueron pensados y creados con diseño exclusivo para los clientes. Allí puede observarse que todo se equilibró y complementó armoniosamente con una pared en un tono verde, que si bien resulta bastante osado para un dormitorio, quedó en perfecta concordancia y equilibrio con los muebles propuestos.

En la planta alta, pensada para los adolescentes de la casa, se jugó libremente en el sector de Play Room con las formas del mobiliario, colocando un escritorio flotante de líneas rectas con un estante. A su vez, se implementó un sofá en color rojo, en concordancia con el tono elegido en todo el ambiente, permitiendo a los ocupantes tener su espacio de recreación.

En los dormitorios, los respaldares hechos a medida, se diseñaron con estantes y cubos flotantes. Otra manera de personalizar estos ambientes fue con el uso de textiles en los almohadones y acolchados realizados especialmente para cada uno de ellos y con cuadros impresos para cada dormitorio.

Complementos como las cortinas, adornos, detalles de cuadros, mobiliarios y terminaciones fueron pensados en cada espacio para lograr así el resultado de una casa con aires libres, despojada, moderna, actual y diáfana, apostando al disfrute de toda la familia.