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El proyecto del arquitecto Juan Eduardo Giovino conjuga funcionalidad y versatilidad en una obra que se adecua perfectamente al contexto, respondiendo con originalidad y estilo.
Desde un primer momento, el desafío arquitectónico se planteó en función del aprovechamiento de los espacios. El lote presentaba medidas reducidas al contar con un quincho y una piscina que ocupaban gran parte de la superficie y esta realidad exigía una correcta articulación con el nuevo proyecto, significando un verdadero reto.

Analizando las posibilidades y atendiendo a las exigencias del caso se procedió entonces a la búsqueda de una vivienda espaciosa, con una circulación lineal a partir de la cual se desprendieran las actividades principales del hogar.

Espacios integrados

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Respondiendo al desafío inicial, el resultado fue una vivienda con una marcada impronta modernista que rescata al máximo las dimensiones del terreno.
En la planta baja se ubica el comedor diario y living, ambos cómoda y correctamente articulados y vinculados a través de un patio de luz que actúa como nexo de los servicios y genera un espacio al aire libre intermedio, contribuyendo en gran medida al equilibrio de la relación interior/exterior.
La planta superior cuenta con un dormitorio principal y un dormitorio en suite, los cuales se relacionan mediante un puente vinculante que anexa ambos volúmenes y da escala al patio de luz.
Los espacios interiores en planta baja procuran generar una continuidad espacial/visual y conviven en una relación de integración con el entorno próximo inmediato, lo cual atrae la presencia del exterior en el interior.
La utilización del ladrillo visto como material principal de la vivienda no es una elección azarosa, sino que responde a que inicialmente la misma contaba con una fuerte presencia de un quincho de tipo clásico (techo de tejas y ladrillo a la vista).
Con la prioridad de conservar este espacio que cubría una superficie de 80m2 utilizables, se creyó conveniente continuar esa línea con el fin de que existiese una convivencia armoniosa con la nueva propuesta.

Depurada funcionalidad
Las aberturas, en su totalidad de aluminio brindan un dato distintivo en cada ambiente y la implementación de grandes puertas y ventanas en la planta inferior resultan de gran eficacia en la búsqueda de una integración constante con el afuera.
En cuanto a dichos espacios exteriores, se desarrollan en sentido longitudinal al lote, generando de esta forma dos plazas exteriores: una de servicio, destinada a la circulación vehicular y acceso a la vivienda y otra de esparcimiento. Esta última, permite la puesta en práctica de usos sociales privados del patio como la piscina y el solarium.
El patio de luz, en tanto, ocupa un papel de gran preponderancia en la vivienda, siendo un espacio exterior de tipo intermedio que ofrece un gran disfrute a sus propietarios.