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La propuesta del estudio Cebra junto con JDS, SEARCH y la colaboración de Louis Paillard ha marcado trascendencia en el ámbito de la arquitectura, al proyectar un conjunto de viviendas que apunta a revitalizar la zona portuaria de Aarhus, Dinamarca.

Los grandes emprendimientos inmobiliarios tienen el poder de cambiar radicalmente el entorno donde se insertan. Si esta facultad se la utiliza responsable y conscientemente, sectores de la ciudad en recesión pueden llegar a ganar importancia y transcendencia en un corto plazo.
En el último tiempo, el ámbito de la arquitectura mundial se ha visto repleto de edificios que apuntan a trascender a través de formas novedosas y el uso de materiales de alta tecnología. Sin embargo, son pocos los casos donde esta intención va acompañada de una articulación de espacios eficaz e innovadora. El emprendimiento Iceberg se enmarca dentro de la línea de conjuntos funcionalmente integradores que, a la par, se convierten en construcciones simbólicas para la ciudad por su originalidad. Fue planificado en cercanías al puerto de Aarhus, segunda ciudad más importante de Dinamarca.

El edificio no solo acompaña un crecimiento importante en la zona, sino que ha sido pensado como un área donde puedan convivir múltiples actividades, pilar fundamental para el desarrollo urbano.
La zona portuaria de la ciudad ofrecía las condiciones de emplazamiento óptimas para una propuesta de tal envergadura, ya que contaba con una atractiva cantidad de puestos de trabajo y estaba vacía de infraestructura capaz de albergar nuevos pobladores. Donde antiguamente se ubicaban los contenedores del puerto se presenta este mega conjunto que cuenta, entre otras cosas, con un tercio de viviendas a una renta muy baja. La intención de la propuesta apunta a la integración de los distintos perfiles sociales en los barrios y se lo presenta como un diseño visionario, que acompaña las ideas de ciudad moderna que transforman también el frente del lugar de forma icónica.
La oferta de viviendas en el complejo es absolutamente variada, cuenta con 210 departamentos que van desde 50 a 200 m2. Asimismo las facilidades para habitar las unidades apuntan a todo tipo de usuarios, ya que son ofrecidas tanto para la compra como para el alquiler. El complejo se complementa con locales comerciales y áreas comunes.

El mayor desafío que tuvieron los proyectistas fue el desajuste entre los metros cuadrados requeridos y las restricciones normativas de la zona. El diseño logra conciliar esto llevando al límite de lo permitido las alturas máximas y los puntos emergentes, operación que le otorga su particular impronta. El diseño parte de unas tiras de departamentos que se van alterando para mejorar la vista hacia el océano y permitir el ingreso de luz natural a los ambientes. El edificio se divide en triángulos combinados de forma aleatoria que marcan su apariencia dinámica. Es su variación de la masa la que crea el carácter de emblema en la zona, proponiendo un nuevo horizonte y permitiendo una multitud de diferentes departamentos.
El acabado final del conjunto, simboliza el cierre e integración que se ha buscado, ya que bajo una misma carcasa conviven integradas diferentes tipos de familias. Esta diversidad al mismo tiempo garantiza que el complejo se encuentre habitado y “con vida” la mayoría del tiempo.
Los balcones de vidrio, en graduaciones azules de abajo hacia arriba, y las cubiertas y fachadas totalmente blancas refuerzan a este diseño, donde predominan los triángulos como una alegoría a los icebergs que abundan en países nórdicos como este.

 

>FICHA TÉCNICA
Arquitectos: DS/Juliende Smedt Architects, CEBRA, Louis Paillard, SEARCH.
Tipología: Complejo residencial y de uso mixto.
Superficie total: 21,600 metros cuadrados.
Presupuesto: 23 de junio de 2010
Costo de la obra: 60,000,000 coronas danesas.