Una legendaria confitería, símbolo del Art Nouveau local y patrimonio arquitectónico de la ciudad de Buenos Aires. Una historia bien porteña, con ascendente italiano, con penas y glorias; con vitrales multicolores y materiales traídos de Europa, ha resistido hasta los embates de un golpe de estado.
Una legendaria confitería, símbolo del Art Nouveau local y patrimonio arquitectónico de la ciudad de Buenos Aires. Una historia bien porteña, con ascendente italiano, con penas y glorias; con vitrales multicolores y materiales traídos de Europa, ha resistido hasta los embates de un golpe de estado.
La Confitería del Molino fue fundada en 1868 por Constantino Rossi y Gaetano Brenna; estuvo en la esquina de Rivadavia y Rodríguez Peña hasta fines del siglo XIX, cuando se trasladó a su ubicación actual, Rivadavia y Callao. En febrero de 1915 se le encargó la fusión de tres edificios al arquitecto Francisco Gianotti, quien instaló una marquesina, vitrales y una réplica de un juego de aspas de molino de herrería, que con la torre aguja es símbolo de la tradicional confitería. La obra, testimonio del art nouveau en la Argentina, concluyó en 1916.
Haciendo un poco de historia…
En 1850 la Confitería del Centro se ubicaba en la intersección de la Av. Rivadavia con la calle Rodríguez Peña y pertenecía a Constantino Rossi y Gaetano Brenna (éste último un prestigioso pastelero italiano especializado en la fabricación de pan dulce).
En las cercanías se instalaba el primer molino Harinero, el Molino Lorea. La confitería recibió el nombre de Antigua Confitería del Molino, por su cercanía con aquel. A comienzos de 1905 la confitería empezó a funcionar frente al Congreso Nacional.
Luego, en 1910, cuando se finaliza la construcción de la Plaza del Congreso, se encarga al Arquitecto Francisco Gianotti un proyecto que agrega locales al conjunto, con la exigencia de que las obras no interrumpieran la atención a los clientes. El nuevo proyecto debía contemplar y unificar locales nuevos con el conjunto.
El encargo, para destinarlo a edificio de renta, incluía la remodelación del situado en la Avenida Callao 32, adquirido en 1909, que poseía planta baja y cinco pisos, y la construcción de otro sobre Rivadavia 1815, que Brenna había comprado en 1911. Con estas obras quería presentar una nueva imagen de la empresa pastelera y a la vez adecuarse a la estética de la zona. Gianotti resolvió el problema en cosa de un año.
El hombre era un virtuoso técnico. El Molino tiene tres subsuelos y una planta baja con estructura de metal, y por encima se alza en hormigón, en varios casos premoldeado. La famosa cúpula, por ejemplo, se armó como un rompecabezas, sin encofrados. El Molino tiene la forma básica del edificio académico típico de Buenos Aires, abrazando su esquina, con su piel de piedra París y su simetría. Pero su gloria sigue en su ornamentación y en la extraordinaria fantasía de su exterior.
En 1917, Cayetano Brenna inaugura en la misma finca la Nueva Confitería del Molino, en la intersección de Rivadavia y Callao, frente al edificio del Congreso Nacional.
En 1930 el edificio sufre un incendio durante el golpe de estado pero es reconstruido. En 1938 fallece Brenna y el negocio pasa a ser de Renato Varesse hasta el año 1950 y luego de Antonio Armentano hasta 1978. Este último vende el fondo de comercio y la marca a un grupo de personas que más tarde presentaría la quiebra. Los nietos de Cayetano Brenna compran la confitería y, con algunas modificaciones (incluyen un salón bar y un mostrador para comidas rápidas, siempre respetando la arquitectura del edificio), logran mantenerlo.
En la década de 1990 comienza a decaer el negocio. En 1992 es declarado Área de Protección Histórica (APH) de la Ciudad de Buenos Aires, pero eso no mejora la situación.
El 24 de enero de 1997 cierra sus puertas. Desde ese momento se suceden varios proyectos para su reapertura, que hasta el año 2010 no pudieron llevarse a cabo. En octubre de 2010 avanza en la comisión de cultura de la Cámara de Diputados un dictamen favorable para su expropiación.
Este Inmueble es un ejemplo de Art Nouveau y de la vanguardia de la Belle Epoque. Los materiales fueron traídos de Italia, desde cristalería, puertas, ventanas, cerámicas, mármoles, manijas de bronces y Vitraux encargados por Gianotti.
El inmueble tiene mosaicos opalinos, capiteles de bronce y cerámicas de oro en la mansarda.
Los salones para fiestas estaban en la esquina y los tres subsuelos alojaban una planta de elaboración integral, una fábrica de hielo, las bodegas, los depósitos y el taller mecánico. La envolvente superior servía para viviendas y oficinas. Para que no interfirieran con la actividad de la confitería las columnas de hierro fueron colocadas de manera que sostuviesen los subsuelos y la planta baja, y sobre ellas se colocó la estructura de hormigón armado que sostiene el resto del edificio.
Aún pueden verse en el frente las aspas de un molino de fantasía y justo encima de él se alza la majestuosa cúpula en aguja, que fue terminada con vitrales Art Noveau multicolores.
Más información…
* En el año 1996 Madonna filmó en esta confitería el video clip de su tema Love don’t live here anymore, durante un descanso de la filmación de la película Evita.
Para ver el video, click aquí:
http://www.youtube.com/watch?v=r84Na8TTO-8
Alexis Bernardou.
alexis@bernardou.com.ar miespaciodearquitectura.blogspot.com