Muchas veces el tema del movimiento del mercado inmobiliario es muy atrayente para tirar cifras. Lo que notamos es que los valores se están manteniendo como finales de 2010. Es decir, no se ha generado un incremento muy grande. Hablamos de un corrimiento de 4 ó 5 por ciento nada más. En ese rango es un precio sostenido, y no hay datos nos permita aventurar una posible baja.

¿Si se hace la referencia del precio en dólares por ejemplo, de los últimos dos años, ahí si hubo un crecimiento porque hubo inflación?

Sí, hubo aumento, pero estuvo por debajo del índice de crecimiento del precio de la construcción en Rosario. Por lo tanto la rentabilidad del negocio se estuvo acotando. Esto es lo que nos hace decir, por el costo de reposición de los bienes que no vislumbramos posibilidad de baja en los precios.

La demanda está muy buena. El mercado inmobiliario se segmentó mucho. Todos los productos no se mueven parejos. El comportamiento para la mayoría de los productos de compradores pequeños y medianos está teniendo muy buena demanda. Lo que sí está un poco desacelerado es la gama alta, que creemos que tiene que ver con la proximidad a las elecciones.

La inversión en producto de Gama alta, porque en mediano y pequeño se sostuvo.

Algunos análisis daban que el sector del campo había ido más a reinversión que al sector de los inmuebles Pero hubo una sobreespectativa, un anticipo en la suba de precios. Sobreestimamos como venia la cosecha, la inversión del sector del campo en inmuebles. Si le sacas el sobre, y dejás una expectativa razonable, eso sí se cumplió. Lo que no hubo fue un aluvión de inversión.

En los últimos tres años, el alquiler estuvo por debajo del índice de ajustes de salario. Y eso se reacomoda en los ajustes de contrato. El inquilino hace un año, cuando firmó contrato tenía capacidad de ahorro. Ahora le acomodaron el salario pero la inflación de productos de vida cotidiana le quitó la posibilidad de ahorro, por eso le es más difícil pagar el alquiler.

Fuente consultada: Punto Biz