¿Puede ayudar una construcción al medio ambiente? La utilización de materiales renovables como la madera y la caña contribuye a generar una armonía en la zona de impacto, donde no solo se provea de estructura sino de fabricación de recursos, principalmente enérgicos. La contaminación urbana y la falta de recursos naturales son dos temas que invaden las preocupaciones en las agendas de todos los países del mundo. Por ello, la necesidad de crear conciencia en los ciudadanos se ha vuelto rutina tanto de políticas públicas como de incentivos privados. Nadie puede negar que el consumo de energía crece al nivel que crece la tecnología y hoy somos muchos más los que necesitamos de ella. La arquitectura se juega un papel muy importante a la hora de hacerse cargo de estas problemáticas que empiezan lentamente a acechar el mundo. Ya se habla de ella y posiblemente sea la modalidad más utilizada en un futuro no muy lejano. Es la bioarquitectura, donde no sólo se construye con materiales naturales, sino que también entra en juego las formas, la conexión con la tierra y las energías positivas, valores atropellados por la industrialización de nuestros centros urbanos, teniendo como prioridad otros ejes, como la localización, la concentración y la facilidad económica. Esta nueva forma de ver y hacer arquitectura se empieza a llevar a cabo en diversos países del mundo, uno de ellos la Argentina, donde se ponen en marcha distintas actividades como capacitaciones, foros y debates, que nos acercan su base teórica y nos acercan una nueva forma de trabajo. Sin lugar a dudas, la bioarquitectura es una temática que no puede dejar de estar en la agenda de ningún especialista del rubro.
Por Agustina Pozzo