La creatividad de los diseñadores de iluminación latinoamericanos da para mucho. Al menos eso piensa Luisa Álvarez, una conocida bloguera en el mundo de la iluminación, además de diseñadora profesional. Su grupo de guerrilla urbana con el que siembra de instalaciones luminosas las calles de Madrid completa el perfil de esta polifacética artista.
Luisa Álvarez es una conocida bloguera en el mundo de la iluminación, además de diseñadora profesional. Su grupo de ‘guerrilla urbana’ con el que siembra de instalaciones luminosas las calles de Madrid completa el perfil de esta polifacética artista.
Tiene tres facetas relacionadas con la iluminación: diseñadora, bloguera y miembro de un grupo de guerrilla lighting, con el que desarrolla instalaciones luminosas en las calles de Madrid, donde reside. En todos coincide su particular aproximación a la luz, en que prima su lado más “emocional” y artístico, buscando comunicar con este elemento, utilizarlo como reclamo. Para Luisa Álvarez (Madrid, 1974) la iluminación más que un trabajo es un arte, al que se dedica profesionalmente con pasión y sin dejarse amedrentar por la crisis —“no hay recetas contra la crisis, sino actitud y mi actitud es hacer cosas”—. A diferencia de Europa, considera que América Latina vive un “momento de ebullición en este campo” y destaca la creatividad de los autores de este continente alentada, a su juicio, porque “llevan ya mucho tiempo, con pocos medios”.
-¿Cómo definiría su manera de aproximarse a la luz?
-La luz ha ido evolucionando con mi trabajo, desde depender de un proyecto arquitectónico hasta convertirse en un medio de expresión, de transmitir cosas. Además, a través del grupo de guerrilla lighting, no se queda en un sitio anclado, si no que se saca a la calle y se comparte con todo el mundo… Simplemente busca embellecer, aunque a veces puede tener algún fondo reivindicativo. Sobre todo se trata de utilizar la luz como un reclamo, con una intención detrás y sacar su lado más emocional, su plasticidad.
– ¿Cómo combina sus diferentes facetas: diseñadora, bloguera y guerrillera lighting?
-Como Luisa Álvarez abarco proyectos más serios, pero sí se me reconoce por esa faceta más plástica, de jugar con la luz, de utilizar cualquier elemento sin limitarnos a lo básico (una bombilla). Lo que más me llama la atención es lo diferente, como puede verse en mi blog, que hago sin patrocinador, lo que me da libertad para incluir lo que quiero.Luego Travesías de Luz [el grupo de guerrilla lighting] es 100% sin encargos, sin limitaciones y hacemos intervenciones en la calle, con un enfoque fresco, creativo.
-¿Qué pretenden transmitir sus actuaciones callejeras?
-Cada proyecto tiene una idea. Iluminamos, por ejemplo, una casa abandonada, intentando transmitir la idea de habitar, haciendo acogedora una vivienda desoladora con luz, con color, con alguna textura. Somos cinco profesionales, diseñadores de iluminación y especialistas de otras áreas, y estamos trabajando muy bien, con nuestros propios medios y pese a que son proyectos efímeros, que solo duran hasta que alguien se lleva los medios utilizados.
-¿Cómo aprecia la iluminación en España?
-Para los diseñadores está duro. La asociación de diseñadores (APDI) está luchando por divulgar la figura, que se entienda qué hacemos. A la vez los consumidores cada vez valoran más cómo influye este elemento, cómo puede cambiar el humor. Lo comparo con el aire acondicionado, que nadie se daba cuenta de que se necesitaba hasta que apareció y ahora lo tenemos en todos sitios. Eso ocurre también en espacios como este [un hotel madrileño, con un cuidado diseño de iluminación], en el que sin saber por qué nos sentimos mejor que en otros. La gente va sabiendo que necesita algo más en iluminación, pero no tiene tan identificada la figura del diseñador. Pero hay tiendas de diseño, los fabricantes han mejorado ese servicio, de modo que se va demandado, pero en España queda mucho por hacer.
-¿Cuál es la situación en otros países?
-Hay algunos que ya tienen establecido que el diseñador de iluminación tiene que estar presente en cualquier obra, como Alemania. Hay otros que están menos avanzados y países que está emergiendo. También está evolucionando la Arquitectura, que antes abordaba la iluminación de forma muy básica. Creo que en el ámbito internacional tiene más aceptación; no quiere decir que España vaya mal, pero nos está costando.
-¿Y América Latina?
-Ahora mismo tiene un auge de movimiento económico, que no sabemos cuánto durará, y se está demandando determinada calidad en las obras, por lo que creo que hay bastante dinamismo en iluminación.-¿Ha trabajado en el mercado latinoamericano?
-Me conocen más que yo a ellos. Tengo conexión con diseñadores de Argentina, Colombia, Chile, México (que se mueve muchísimo), Brasil… Pero no porque haya estado yo in situ y haya hecho algo, sino que tenemos hablamos y tenemos cierto feed back. Aunque sé que están en plena ebullición, son tremendos. Y tienen una cosa muy buena: que llevan mucho tiempo, con pocos medios, por lo que su creatividad da para mucho.
-En cuanto a medios técnicos, ¿cuál es su preferencia?
-Pues… La bombilla incandescente (ríe).
-¿Por qué?
-Porque es una maravilla y se está aniquilando. Y da mucho de sí, la luz es bonita, y artísticamente da mucho más juego que el LED, que está muy bien, ha facilitado muchas cosas, pero…
-¿Utiliza bombillas normalmente?
-Sí, si puedo, sí. En los proyectos arquitectónicos siempre las recomiendo.
-¿Por qué cree están cayendo en desuso?
-La parte bonita es que somos muy ecológicos y que buscamos fuentes de luz más eficientes. La parte más triste es que la industria ha generado nuevas lámparas, a un mayor precio, que tiene que generar un I+D, y se cargan la bombilla, pese a ser más económica y por su tipo de luz nos hace sentirnos más confortables en casa. Las empresas poderosas comunican lo que les interesa. Hay una doble moral.
-¿Cuál es su opinión sobre la combinación del consumo energético y la iluminación?
-Necesitamos divulgar más cultura de la luz. Hay que hacer consumo responsable como en todo, como el que tiene que cuidar una dieta u otra cosa. Más cultura y más consumo responsable.
-¿Y sobre la contaminación lumínica?
-También hay que valorar la sombra, que la hemos olvidado y parece que hay que tener la misma luz día y noche. Hay que disfrutar de la oscuridad.
-Precisamente su blog se llama Elogio de la sombra.
-Es el título de un libro de Junichiro Tanizaki, que transmite la necesidad y la belleza de la sombra. El contraste. Para tener luz tienes que tener sombra.
MARTA FERNÁNDEZ, Madrid
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