El pasado 12 de mayo Dilma Rousseff fue apartada de su cargo como Presidenta, asumiendo, de forma interina, Michel Temer. Entre algunas de las medidas tomadas, canceló la construcción de 11.250 viviendas del programa “Minha Casa, Minha Vida” (“Mi Casa, Mi Vida”).
El ministro de Ciudades, Bruno Araújo, revocó una decisión tomada por Rousseff que autorizaba al banco público Caixa Federal a contratar la construcción para el programa social, según un comunicado.
El documento había sido publicado en el Diario Oficial el 11 de mayo, horas antes de que Rousseff fuera suspendida de su cargo por el Congreso con el fin de iniciar un juicio político con miras a su destitución.
El ministerio precisó que se trata de una «medida cautelar», ya que, a su juicio, la contratación de nuevas viviendas «fue firmada y publicada en los últimos días del Gobierno anterior y sin los recursos necesarios para la atención».
El Gobierno de Rousseff intensificó las medidas de carácter social en los últimos meses, antes de ser suspendida de su cargo, con el fin de tender la mano a sus bases, a las que había desencantado con la aplicación de medidas de ajuste fiscal.
Fuente: Infobae