Por ser fuerte, barato, flexible y sustentable, el bambú se convirtió en el material más requerido por los arquitectos asiáticos.
Ejemplo de ello viene de la mano del arquitecto vietnamita Vo Tron Nghia, que buscó devolverle la naturaleza al ambiente urbano, a través de un diseño innovador. Su objetivo es restituirle la herencia y la naturaleza al mundo, es por eso que es crucial “enverdecer las ciudades. Hacemos cada proyecto (casa, universidad, hotel) como si fuera un pequeño parque”, expresa.
Es por eso que considera al bambú como el “acero verde” del siglo 21, refiriéndose a su versatilidad y fuerza. Para la construcción del Kontum Indochine Café utilizó cañas de bambú, como para citar un ejemplo.
Así como este arquitecto, existen otros profesionales asiáticos que priorizan el espacio verde y la utilización de materiales sustentables locales, sobre todo el bambú.
Chris Precht, del estudio de arquitectura y diseño Penda, que tiene oficinas en Beijing y Viena, asegura que existe una tendencia en China hacia lo natural, lo puro. En el pasado, las viviendas se hacían con bambú y comenta la existencia de un hotel móvil hecho de cañas de bambú que se puede ampliar hacia arriba o hacia los costados, según sus necesidades.
Por su parte, el arquitecto japonés Kengo Kuma opina que el bambú simboliza la anti-ciudad, lo anti-urbano en cuanto al estilo de vida. El bambú crece y se regenera muy fácil, absorbe una gran cantidad de dióxido de carbono y emite oxígeno.
“El potencial del bambú es grande. A pesar de que el bambú necesita un tratamiento antes de ser utilizado como estructura de una obra, el resultado final no difiere al bambú de un bosque, dándole a las edificaciones un tono de imperfección, de estilo rústico”, concluye.
Fuente: FT