Con forma de dragón, en Taiwán se construyó el Estadio Nacional de Kaoshing, un estadio solar para deleitar tanto a los atletas como a los asistentes. La edificación se alimenta con miles de paneles que aprovechan la energía solar.
Las escamas que forman el cuerpo del dragón son 8.844 paneles solares que iluminan la totalidad del campo. Además, tiene un techo solar de 14.155 m2 capaz de iluminar 3.300 luces en el estadio y dos pantallas jumbo que se encienden por completo en solo seis minutos. Cuando no esté iluminando al estadio, el sistema de energía solar estará alimentando a la red de electricidad local. Esta acción cubrirá casi el 80% del requerimiento energético de las zonas vecinas, lo que evitará que se liberen a la atmósfera 660 toneladas de carbono a año.
Para evitar gastos de logística, se construyó con materiales locales, que además son reutilizables, y se realizó una pavimentación permeable.
La construcción abarca alrededor de 19 hectáreas, pero siete de ellas se destinaron para el desarrollo de áreas verdes públicas con senderos para bicicletas, parques e incluso un estanque ecológico.
En cuanto a la vegetación, se la trasplantó toda antes de preparar el terreno de la obra.
Fuente: Energía Limpia XXI