En un astillero de Belfast (Irlanda del Norte) empezó el 31 de marzo de 1909 la construcción del trasatlántico Titanic, que tres años después en su viaje inaugural se hundió con 2.224 personas a bordo al chocar con un iceberg cerca de las costas de Canadá.

En julio de 1908 la naviera White Star Line encargó al astillero Harland and Wolff Heavy la construcción del Titanic y de su gemelo, el Olympic. Este astillero luego ensamblaría al tercer integrante de la flota: el Gigantic, que tras el desastre naval de su antecesor se cambió su nombre a Britannic.

El empresario estadounidense J. P. Morgan financió los $ 7,5 millones de la obra (unos $ 180.000.000 en la actualidad). En esa época los buques de pasajeros más grandes y lujosos eran Lusitania y Mauretania, de la compañía Cunard.

Con el número 401 en el astillero, un ejército de 15.000 trabajadores empezó a erigir al Titanic con 27.000 toneladas del mejor acero de la época. Su casco, que se pintó de negro para diferenciarlo del Olympic, lo formaron unas 2.000 placas de acero de 3 metros de largo por 2 m de ancho, con un grosor de 2,5 centímetros. Estas estaban unidas por más de tres millones de remaches.​

Al mediodía del 31 de mayo de 1911 fue tirado al mar ante unas cien mil personas que presenciaron cuando la nave se deslizó al agua con la ayuda de 22 toneladas de sebo, aceite y jabón. Su bautizo no fue con la tradicional botella de champán que se estrella en el casco de la nave, porque esa no era una costumbre de ese astillero y para evitar supersticiones.

Cinco remolcadores llevaron al Titanic hasta un dique seco donde más de 3.000 hombres entre carpinteros, mecánicos, fontaneros, electricistas y decoradores lo equiparon con los mejores lujo de la época como piscina, gimnasio, cancha de squash, baño turco, salones de eventos  y camarotes excéntricos, para que estuviera listo antes del 20 de marzo de 1912, fecha de su viaje inaugural que promocionaba la White Star Line. Sin embargo debido a las normas de seguridad de entonces, solo tenía botes salvavidas para 1.178 pasajeros.

La decoración interior del barco revelaba la clase social o el poder adquisitivo de quien pudiera disfrutar de ella, como  la majestuosa escalera imperial que presidía la zona de primera clase del barco elaborada de madera de roble, de doble curva, con una barandilla lujosamente decorada en oro, y rematada por una cúpula de cristal por la que entraba la luz natural.

El ángel que decoraba la escalera, fue rescatado del fondo del mar en una de las primeras inmersiones.

Pero en abril de ese año el gigante trasatlántico fue retirado del dique seco para reparar al Olympic, que había colisionado con el barco de guerra británico Hawkel, lo que aplazó el viaje inaugural del Titanic hasta el 10 de abril del 1912.

Solo tres de sus cuatro chimeneas de 18,9 metros de altura eran funcionales; la cuarta solo era para ventilación y para dar una imagen más impresionante. Se colocaron dos hélices laterales de tres palas con más de 7 metros de diámetro y 38 toneladas de peso. La hélice central de cuatro palas medía más de 5 metros de diámetro y pesaba 22 toneladas.

Cuando zarpó desde Southampton (Inglaterra) a Nueva York (Estados Unidos), el Titanic era el buque más grande del mundo, con 268,83 metros de largo, 28 m de ancho y 54 m de altura.

En la tragedia naval perecieron 1.514 personas, porque no contaba con suficientes botes salvavidas.

La naviera White Star Line no tomó en cuenta que los 20 botes salvavidas no podían alberga a todos los pasajeros. En el hundimiento pocos lograron subir a estos. La mayoría de pasajeros de tercera clases y gran parte de la tripulación tenían chalecos salvavidas, pero esto no era suficiente para sobrevivir en las heladas aguas del Atlántico Norte, debido a que algunos perecieron por hipotermia o congelados hasta que llegó el primer barco a rescatarlos, el transatlántico Carpathia.

Los restos del Titanic fueron hallados en 1985 a una profundidad de 3.784 metros.

 

Fuente: El Universo