Actualmente la gran mayoría de las latas son hechas de aluminio por su costo, resistencia y tolerancia a la corrosión. El arquitecto Mike Reynolds, creador del concepto de viviendas Earthship totalmente autosuficientes y construidas con un gran componente de materiales reciclados, concibió también las Can Walls o paredes de latas para los interiores de las casas, que no soportan peso del techo, o como una capa aislante en las paredes exteriores.

Las latas están con nosotros desde el siglo XIX. Su nombre proviene del material del que estaban hechas, la hojalata, que vendría a ser acero recubierto por una capa de estaño, pero actualmente la gran mayoría son hechas de aluminio, que es más barato, igual de resistente, y soporta mejor la corrosión.

Desde los años 60′s estamos cada vez más rodeados de latas de aluminio. En los años 80, Estados Unidos estaba literalmente cubierta de latas, ya que las habían adoptado para casi cualquier contenido, popularizándose entre cualquier tipo de bebida. Todavía no se las reciclaba a un grado tan alto como en la actualidad, así que terminaban generando montañas en los basurales. Así surgió la idea de la pared de latas, en Nuevo México, Estados Unidos, de la mano del arquitecto Mike Reynolds.

Reynolds también fue el creador del concepto arquitectónico Earthship, que son casas totalmente autosuficientes, y construidas con un gran componente de materiales reciclados. Las Tin Can Walls o Can walls (paredes de lata) fueron concebidas para los interiores de las casas, que no soportan peso del techo, o como una capa aislante en las paredes exteriores. En esos primeros tiempos, era muy sencillo conseguir la gran cantidad de latas necesarias para construir una Tin can wall.

¿Cómo se hace una pared de latas?

La forma más útil y sustentable, es apilar las latas de forma horizontal intercaladas con concreto. Se forman así varias filas de latas, una al lado de la otra, como se hace con los ladrillos, pero en este caso se agrega un poco más y bien grueso para mantener a las latas en su sitio. Se necesitan muchísimas latas, así que lo mejor es hacerse amigo del dueño de un bar, para que guarde todas las latas sanas.

Una vez que se ha completado la pared en sí, veremos sólo el esqueleto, ya que vendrá luego la piel, una capa de cemento o de adobe. El material a elegir dependerá de la región en la que se construya la casa. Si es una zona lluviosa, o si la pared será parte de un baño o un lavadero, será mejor que se la cubra con cemento, para que no atrape a la humedad. Las paredes del living tranquilamente podrán ir con una capa cobertura de adobe. La forma de las latas servirá como para brindar una superficie de agarre para la capa de “yeso”, de adobe o cemento. Luego se le aplica otra capa más, y tal vez más, dependiendo del constructor. Cuantas más, más fuerte será y también será más vistosa la pared.

Las paredes exteriores de latas pueden servir de un muy buen aislante contra el calor. Se hacen dos capas, es decir una pared de latas pegadas una delante de la otra, con capas de algún otro material aislante en medio. Dependiendo del clima o el presupuesto, se erigirá el grosor y el tipo de material aislante. Obviamente, para seguir con la sustentabilidad, habría que elegir un aislante sustentable. La parte que da al exterior se recubre de varias capas de cemento, mientras que el interior puede ir tranquilamente cubierto por adobe.

Cabe recordar que no son paredes que puedan soportar mucho peso, por lo que una construcción que dependa de ellas, deberá tener columnas que soporten el peso del techo. Son económicas y sustentables, ya que se está reutilizando un material que de otro modo iría a parar a la basura. A pesar de que el aluminio es perfectamente reciclable, el reutilizarlo en la arquitectura sustentable es igual de loable.

 

Fuente:

www.sustentator.com