La Municipalidad de Rosario seguirá apostando a la construcción en el área central y el primer anillo perimetral. La idea del gobierno local es consolidar las áreas mayormente pobladas con mejor infraestructura, más servicios y nuevos desarrollos para vivienda.

El titular de la cartera de Planeamiento, Pablo Barese, remarcó: “Yo creo que hay zonas de la ciudad, como el área central y el primer anillo perimetral, con una dotación de infraestructura y servicios que nos hace pensar que debemos optimizar esa prestación. La idea del Ejecutivo es que la ciudad debe consolidarse en los lugares donde hoy hay infraestructura antes que extenderse hacia otras zonas. Nuestra política durante los últimos 20 años ha sido esa, consolidar las áreas mayormente pobladas y con mejores servicios”.

Durante los últimos diez años, Rosario incorporó unos 4 millones de metros cuadrados de construcción, potenciando su crecimiento como una de las plazas inmobiliarias más importantes del país.

La ciudad registró un total de 11 mil nuevos permisos de edificación y 50 mil nuevas unidades para vivienda. Además, el área central delimitada por Bv. Oroño, Av. Pellegrini y el río Paraná fue uno de los sectores más elegidos para quienes buscan proyectos de inversión, al igual que los que están en Puerto Norte y Pichincha.

En este sentido, Barese declaró: “Nuestra política en Planeamiento no es la de una ciudad extendida sin límites. El nuevo Código Urbano mantiene intactas las áreas no urbanizables de la ciudad, está tal cual, sin cambios. Es una reserva de suelo para la Rosario del futuro. La idea es consolidar la construcción en las zonas mayormente provistas de infraestructura y servicios pero con ciertos parámetros, para que no resulte invivible. Por eso se plantearon nuevas exigencias y la idea es poder acompañar el crecimiento en materia de urbanizaciones con inversiones en las empresas de servicios como agua y luz”.
Para el funcionario, lo que también resulta de vital importancia es que el área central tenga una renovación de su infraestructura en materia de agua y energía. “El crecimiento de la construcción no puede detenerse. Se le puede poner un límite como lo hemos hecho, pero las empresas de servicios deben acompañar con obras este boom de la construcción. Al haber delimitado este plan, le estamos dando un programa a las empresas para que puedan elaborar un proyecto de inversión acorde a las nuevas construcciones y al crecimiento de la demanda. Nuestro Código Urbano da previsibilidad, anticipa cuál será el futuro en materia edilicia para cada una de las áreas reglamentadas”, finalizó Barese.

 

 

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