La inflación, el cepo cambiario, las dificultades para seguir refugiándose en ladrillos, la baja rentabilidad de los plazos fijos, entre otros motivos, llevan a las familias a buscar alternativas que les permitan resguardar su dinero.
En el último año, los argentinos vieron cómo sus ingresos perdieron valor frente a la inflación, advirtieron que refugiarse en ladrillos es una opción cada vez más lejana y que el cepo al dólar prácticamente anuló la posibilidad de recurrir a los billetes verdes como mecanismo de ahorro y resguardo de sus pesos.
En ese escenario, la preocupación acerca de qué hacer con el dinero está instalada entre las familias ya que no encuentran mayores alternativas para evitar descapitalizarse.
En los primeros meses después de haberse instalado el cepo, muchos fueron los que decidieron aumentar su nivel de consumo ya que los pesos les «quemaban en las manos».
Así fue que, favorecidos por las promociones ofrecidas con tarjetas, financiaron sus compras, obtuvieron descuentos y, de esta forma, equiparon sus hogares. Incluso, hubo quienes no sólo compraron un nuevo LCD o un home theater sino que, además, hasta cambiaron el auto por un modelo nuevo o semi nuevo.
Lo cierto es que esta sed de consumo se terminó aplacando ya que los argentinos comenzaron a sentir que este tipo de consumo por sí solo no era suficiente.
En este contexto, desde un tiempo a esta parte, muchos particulares decidieron volcar sus pesos a la refacción de sus hogares.
La razón de ello es que ven a esta alternativa como un «puente» que les permite traspasar sus pesos a la mejora de un activo, como lo es una vivienda, que cotiza en dólares. Es decir, utilizan moneda local para incrementar su patrimonio en términos de billetes verdes.
El cepo al dólar ha hecho que esta opción sea vista cada vez más como una alternativa de inversión.
Además, en este tipo de acciones, los argentinos cuentan en general con una gran ayuda: la posibilidad de pagar estos arreglos en cuotas fijas, algo que les posibilita otra ventaja: la de ganar con el «efecto licuación». Esto es, que los pagos mensuales se vayan «reduciendo» en proporción a la inflación y a los incrementos salariales.
Es así como las refacciones van ganando terreno entre las alternativas para poder capitalizarse en dólares, dado que los precios de los inmuebles siguen a la divisa estadounidense. Así lo convalidan los números del sector de la construcción.
Sucede que un inmueble con mejoras incrementa su valor de mercado, y para ello se recurre a:
- Ampliaciones de espacios
- Cerramientos
- Cambios de pisos o cerámicos
- Amoblamientos de cocina
- Trabajos de pintura
- Modernización de ambientes, como dormitorios y baños
- Mejoras en los sistemas de iluminación
- Nuevas aberturas
A diferencia de otro tipo de consumos, buena parte de la sociedad percibe que en este caso los gastos incurridos permiten elevar el precio del bien concluidas las mejoras.
Martín Leal, profesor de Finanzas de la Universidad Argentina de la Empresa (UADE) explicó que «mucha gente ya compró todos los electrodomésticos que necesitaban para equipar sus casas».
Ahora, esta tendencia a las refacciones y mejoras del hogar -cuyas primeras señales empezaron a advertirse desde mediados del año pasado- se refleja en las cifras que maneja el sector, donde la venta de materiales para la construcción exhibió un fuerte crecimiento en 2012, año en el que justamente se endureció el cepo.
José Luis Bortolín, director general de la compañía de refacciones Estudio B&C fue contundente al respecto y señaló: «Como la gente no puede ahorrar en dólares, refacciona».
Según informó el Grupo Construya (que concentra a las 12 empresas líderes en la comercialización de insumos para la construcción), en diciembre del año pasado, pese al desplome del sector inmobiliario, se registró un aumento del 2,2% en el volumen de materiales despachados respecto de noviembre último, lo que permitió lograr el segundo mayor registro histórico.
La mayor demanda por las refacciones en el hogar es algo que también notan en su trabajo cotidiano muchos empresarios del sector.
El aumento en la cantidad de pedidos también se ve favorecido por los beneficios que los bancos -hábiles a la hora de detectar oportunidades y analizar el comportamiento de sus clientes- ofrecen de la mano de descuentos, que van de un 15 a un 20 por ciento, y planes de financiación en cuotas.
«Son cada vez más los que nos demandan distintos trabajos y arreglos. La mayoría de ellos opta por realizar mejoras en baños, livings y cocinas», comentó Bortolín.
Y agregó que el aumento de solicitudes en el último año fue más que notorio: «Subió la cantidad de pedidos que recibimos para refaccionar el hogar a medida que se fueron fortaleciendo las trabas para acceder a los dólares».
«Antes teníamos un promedio de 10 pedidos por semana y ahora, como mínimo, unos 15», puntualizó.
En el mismo sentido, un informe publicado por Construya da cuenta que durante 2012 hubo un incremento en la demanda de ladrillos, cerámicos, cemento portland, cal, aceros largos, carpintería de aluminio, pisos y revestimientos cerámicos, entre otros materiales.
En tanto, Sergio Álvarez desde Macona, una firma que comercializa materiales para la construcción, señaló: «Hace unos meses que notamos un fuerte incremento en los pedidos de trabajos».
Y añadió que, en su caso, los materiales más solicitados por los clientes son cemento, cal y arena.
Soledad Pérez Duhalde de la consultora Acebeb sostuvo que «el mercado inmobiliario hoy está paralizado y en los índices de construcción de nuevas propiedades también se registra una caída».
Por eso, muchos recurren a hacer «chapa y pintura» de lo que ya tienen.
Y concluyó: «Ésta es una forma que encuentran las personas de hacer frente a las restricciones a la compra de moneda extranjera».
Consultados acerca de si consideran que la tendencia a hacer arreglos en el hogar (producto del cepo) continuará en el año que recién comienza, los expertos aseguraron que -de no haber cambios- ésta seguirá en pie.
«Esta actitud se va a mantener durante el 2013», aseguró el director de B&C.
Asimismo, Pérez Duhalde de Abeceb coincidió en esta afirmación e indicó que, si el panorama se mantiene estable, no hay por qué pensar que esto cambiará.
«Al no tener dónde poner los pesos y, ante la imposibilidad de comprar dólares, la opción de arreglar la casa es una muy buena alternativa», concluyó.
Fuente: www.iprofesional.com