China exigirá a los promotores inmobiliarios urbanos que diseñen y construyan edificios que cumplan los estándares obligatorios de ahorro energético e impulsará la renovación de los edificios existentes para hacerlos «más ecológicos» de cara al 2015, según la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma (CNDR), el máximo planificador económico del país.

El estándar de los edificios ecológicos, que se caracterizan por el ahorro de energía y recursos y el respeto al medio ambiente, será adoptado en todos los edificios de inversión gubernamental a partir de 2014, informaron fuentes de la CNDR.

El año que viene, este estándar se aplicará también en los proyectos de viviendas asequibles en las cuatro municipalidades directamente subordinadas al poder central, todas las capitales provinciales y cinco ciudades del nivel viceprovincial, así como en las obras públicas de construcción en las que la superficie de un solo edificio supere los 20.000 metros cuadrados.

Fuentes de la CNDR aseguraron que el cumplimiento de los requisitos mínimos de un edificio ecológico sólo supondrá un gasto adicional de 50 yuanes (8 dólares) por metro cuadrado en comparación con los edificios comunes.

Por otra parte, se renovarán los edificios urbanos para mejorar la eficiencia de sus sistemas de calefacción.
Los edificios chinos consumen demasiada energía y recursos y los utilizan de manera ineficiente, señalaron fuentes de la CNDR. En algunos lugares, muchos edificios se demuelen tan pronto como se levantan, lo que genera cuantiosas pérdidas y residuos.
China cuenta ahora con más de 40.000 millones de metros cuadrados de edificios. Cada año se añaden alrededor de 2.000 millones de metros cuadrados.

De acuerdo con un plan oficial desvelado el mes pasado, China construirá 1.000 millones de metros cuadrados de edificios ecológicos durante el periodo 2011-2015 y tomará medidas para que este tipo de construcciones representen el 20 por ciento del total de edificios nuevos levantados en las ciudades en 2015.

Según el plan, se mejorará el sistema de calefacción de las viviendas en el norte de China para que funcione de manera más eficiente en un plazo de dos años.

Además, se renovarán alrededor de 120 millones de metros cuadrados de edificios públicos para reducir su consumo energético.
El gobierno también se está esforzando por convertir la economía china en una economía baja en carbono tras años de vertiginoso crecimiento basado en un excesivo consumo de energía y recursos que han agravado el problema de la contaminación.

Según el XII Plan Quinquenal (2011-2015), China habrá rebajado su consumo energético por unidad del Producto Interno Bruto (PIB) en un 16 por ciento a finales de 2015 en comparación con el nivel del 2010 y habrá reducido sus emisiones de dióxido de carbono por unidad del PIB en un 17 por ciento.

 

 

Fuente:

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