Colonia del Sacramento, fundada en 1680, fue declarada por la UNESCO «Patrimonio Cultural de la Humanidad». Es una joya de la época colonial y conserva todo el encanto de los viejos tiempos en sus casas de tejas, barro y piedra en estilo español y portugués, hoy restauradas y pintadas en vivos colores. Sus angostas calles empedradas, sus antiguas murallas y sus construcciones primitivas la vuelven nostálgica y poética, escenario de cineastas y artistas.

Colonia del Sacramento, conocida en el medio local como Colonia, es la capital del departamento de Colonia, Uruguay. Está ubicada en la confluencia de los ríos Uruguay y de La Plata, en el suroeste de Uruguay y a 177 kilómetros de Montevideo. Se encuentra emplazada sobre el cabo que forman las puntas de San Pedro y Santa Rita.
	Su barrio histórico fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1995 debido a  que ilustra la exitosa fusión de los estilos portugués, español y post-colonial. Este casco antiguo comprende 12 hectáreas del extremo occidental de la ciudad. El plano es de origen portugués y contrasta con el estándar que prescribía la ley española sobre las Indias Occidentales. Se caracteriza por sus calles angostas de piedra, que resaltan su tradición militar.
Su arquitectura es una fusión de estilos arquitectónicos españoles, portugueses y post-coloniales. La singular preservación del entorno ha permitido la utilización de sus calles como exteriores de varias películas de época, como De eso no se habla (1993) de María Luisa Bemberg, con Marcello Mastroianni como protagonista. La "Calle de los Suspiros" es una de las más típicas y conocidas.
	En la Punta de San Pedro se encuentra el faro que fue construido en el año 1857 y está constituido por una torre de mampostería pintada de blanco con ruinas de una edificación antigua al pie. Tiene una cúpula a franjas radiales rojas y blancas. Su altura focal es de 34 metros sobre el nivel del mar y su característica es de un destello de luz blanca cada 9 segundos siendo visible a 6.4 millas con tiempo claro.
	En 1968 Federico García Capurro y Jorge Otero Mendoza convencieron al presidente Jorge Pacheco Areco de la importancia de recuperar el barrio histórico. Hasta ese año, diferentes iniciativas habían tenido lugar, pero ninguna había prosperado y se habían limitado a intervenciones puntuales, como la que tuvo lugar en la Catedral, en la década de los años 50, motivada por las filtraciones de agua.
	El 10 de octubre de 1968 Pacheco firmó el decreto por el cual se creó el Consejo Ejecutivo Honorario para la Preservación y Reconstrucción de la Antigua Colonia del Sacramento (CEH) y le asignó los recursos 
correspondientes para iniciar las obras.
correspondientes para iniciar las obras.
	Las obras incluyeron la reconstrucción de toda la muralla visible al día de hoy (en 1968 no estaba), la Puerta de Campo (fue reconstruida con algunas piedras originales y nuevas), el Museo Portugués, la Casa de Nacarello, el Museo del Indio y la Casa del Virrey, en las ruinas del Convento, entre otras intervenciones que recuperaron el barrio histórico.
	Entre las construcciones recuperadas más importantes se destaca el Museo Español. Es realmente una verdadera joya arquitectónica de la ciudad. Se distinguen en este claramente los dos estilos constructivos: el lusitano y el español. La casa del museo data de 1722.
	Los integrantes del CEH y responsables por llevar adelante los trabajos de restauración fueron: Fernando Assunçao (como Presidente y en sustitución de Pardo Santayana nombrado originalmente), Rogelio Fusco Vila, Artigas Miranda Dutra, Pedro Costa, Leandro de Esteban Gómez y Miguel Ángel Odriozola.
	Este último, nacido en Colonia, tenía la responsabilidad sobre la dirección de los trabajos. Como miembro de honor del CEH, y en reconocimiento a la iniciativa del proyecto, fue nombrado Jorge Otero Mendoza.
	Las obras estuvieron prontas para ser inauguradas, en 1972.

	En el correr de los últimos años la ciudad se ha desarrollado al influjo del turismo, que la convirtió en uno de los destinos preferidos de los argentinos, muchos brasileros y en la actualidad de miles de latinoamericanos o europeos, durante todo el año.
	La historia en las calles de adoquín
	Una interminable lista de pasajes, hoteles, casas, plazas, galerías y museos producen un traslado en el tiempo. Visitarlas, transitar en sus calles, con sus faroles amarillos, revive el pasado.
	Lugares emblemáticos de la ciudad:
	Portón de Campo o Puerta de la Ciudadela
	Calle De los Suspiros
Plaza de Toros
	Casa del Virrey
	Museo Portugués
	Posada Hostal del Sol
	Pasaje Johanna Galväo
	Casa de Nacarello
	Archivo Histórico Regional
	Hotel Plaza Mayor
	Casa Museo de Jorge Páez Vilaró
	Plazoleta Del Gentilhombre
	Pasaje De las Flores
	Bastión De San Pedro
	Paseo de San Gabriel
	Museo del Azulejo
	Galería Del Paseo
	Almacén de Ramos Generales La Carlota
	Residencia de Michael Hinnes
	Museo Indígena
	Plazoleta San Martín
	Antiguo Puerto de la Ciudadela
	Plazoleta Del Teatro

	Bastión Del Carmen
	Casa de los Gobernadores Portugueses
	Hotel La Misión

	
					
							
			
			




