Investigaciones científicas han colaborado en el diseño de un ladrillo a partir de ceniza volcánica. El bloque es fabricado con maquinaria y secado al natural. Brinda un fácil montaje y rapidez en la mano de obra. Otras investigaciones buscan sustituir el cemento, en forma parcial, por ceniza volcánica fina, en mezclas de uso en construcción.
Dos investigaciones científicas que forman parte del Programa de Emergencia Volcánica (Proevo), coordinado por la Universidad Nacional de Río Negro, arrojan en principio resultados favorables, según se informó desde el propio organismo.
Los arquitectos Marianela Romero Hamsa y Álvaro del Villar trabajan en un proyecto denominado "Bloque de ceniza volcánica" en el que implementaron un novedoso sistema de construcción y fabricación, mediante un ladrillo patentado como Block –T.
Romero sostiene que "con estos bloques se puede construir una estructura resistente". El bloque es fabricado con maquinaria y secado al natural; brinda un fácil montaje y rapidez en la mano de obra, asegura. "Están pensados para personas en situación de emergencia habitacional, es decir, personas que podrían tener su casa, solamente nosotros llevándoles el bloque y dejándoselos a disposición", explica la investigadora. No se necesitaría contratar mano de obra especializada ya que tienen un diseño con un sistema de encastre que permite su fácil unión, con espacios para cañerías y cables de luz.
Los bloques miden 30 centímetros de largo, 20 de ancho y 15 de alto. Durante la investigación, se fabricaron un total de 64 muestras, con ceniza, perlita y otras con cemento y cal que se enviaron al Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) de Buenos Aires y han tenido resultado positivo a los ensayos de resistencia.
"Podríamos hacer una casa completa de 45 metros cuadrados por día", afirma Romero, "pero nuestro problema es que no poseemos una máquina propia en la zona, y mandar la ceniza para producir bloques en otra ciudad sería una tarea costosa y ardua".
En tanto, el doctor en Química Julio Goldenberg estudia la factibilidad de la utilización de cenizas volcánicas como material de construcción en la Universidad Nacional del Comahue.
Junto a un equipo de trabajo conformado por especialistas del Centro Atómico Bariloche, Defensa Civil, Universidad Nacional del Comahue, Conicet y la Universidad Nacional de Río Negro, realiza ensayos en los que se busca sustituir el cemento, en forma parcial, por ceniza volcánica fina, en mezclas de uso en construcción.
"Contamos con el apoyo del Centro Atómico Bariloche, donde llevamos muestras o probetas y luego hacemos diversos ensayos para medir características relacionadas con las propiedades de aptitud en la construcción", indica Goldenberg.
La ceniza volcánica usada en este proyecto fue traída de Ingeniero Jacobacci, es "súper fina de aproximadamente 10 micrones, ya que es la que más se asemeja al cemento en cuanto al tamaño de partículas. Esa ceniza, combinada con agua, cemento, arena y cal, serviría para crear mezclas de unión de ladrillos o preparaciones de hormigón".
Los primeros resultados exploratorios -en los que se miden la corrosión, la resistencia a la compresión y la porosidad- indicaron que la ceniza volcánica funcionaría muy bien como mezcla de unión de ladrillos en las condiciones de ambiente normal de la Patagonia norte.
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