Las torres Petronas del Triangulo de Oro son el máximo atractivo de Kuala Lumpur. Se trata de un rascacielos de 452 metros de alto diseñado por el arquitecto Cesar Pelli. En esta ciudad conviven la arquitectura islámica, templos, mezquitas, modernos parques y obras arquitectónicas heredadas de la época de colonización británica.

En el núcleo comercial de la capital malaya están las Torres Petronas, las principales marcas de moda y los bares más codiciados. Un lugar donde conviven la arquitectura islámica, templos, mezquitas, modernos parques y obras arquitectónicas heredadas de la época de colonización británica.

Limitada al este por las montañas Titiwangsa y ubicada al oeste de la isla indonesia de Sumatra, Kuala Lumpur (confluencia fangosa) es la mayor ciudad de Malasia y capital de la federación. Moderna, cosmopolita, está en el centro del sultanato de Selangor (en el estado de nombre homónimo), administrativamente separada de este desde 1974 y desde entonces constituida en territorio federal dependiente del Gobierno Federal Malayo.

Las torres Petronas del Triangulo de Oro son el máximo atractivo de la ciudad desde que fueron construidas en 1995. Se trata de un rascacielos diseñado por el arquitecto argentino-norteamericano Cesar Pelli, que tiene 452 metros de alto, 88 pisos, y están unidas por un puente (que simbolizaría la unión de oriente y occidente) a 58 m (192 pies) del suelo, llamado Skybridge, en las plantas 41 y 42. Ocupan un área total de 427,500 m2 de uso mixto, que incluyen áreas de comercio y entretenimiento, restaurantes, oficinas, un museo, galerías, un salón de conciertos y parqueo para 5,000 vehículos. Un sitio único en el mundo que vale la pena conocer.

Esta porción del sudeste asiático cuenta con una población multicultural conformada por malayos, chinos, indios, europeos y americanos, con religión predominantemente musulmana. Un crisol de tolerancia: por las calles del centro y alrededores conviven arquitectura islámica, templos, mezquitas, modernos parques, infinitos puestos de comida tradicional, obras arquitectónicas heredadas de la época de colonización británica, vestimentas de todos los tipos  y colores y, por sobre todas las cosas, ruido y movimiento constante.

El tráfico es un caos: la clave es ser paciente y estar atento cuando se transite por las calles céntricas ya sea en auto, transporte público o a pie. Y como toda gran metrópolis, no escapa a los embotellamientos en horas pico y frenadas inesperadas, por lo que desde el propio ministerio de turismo de la ciudad se recomienda a los turistas no andar en bicicleta hasta alejarse del núcleo urbano.

Para los amantes de las últimas tendencias en moda, gastronomía y sitios cool donde pasar la noche, el paraíso malayo tiene nombre: el Triángulo de Oro, como se conoce al centro financiero y comercial de la ciudad, donde también se encuentran las famosas Torres Petronas, el Parque KLCC, y los lugares de moda de Jalan Bukit Bintang y Jalan Sultan Ismail. Aquí, entre los bares más concurridos están El Nino, de temática latinoamericana, y Citrus Rouge, un elegante restaurante que se convierte en uno de los bares más cool de la ciudad.

También hay que mencionar la discoteca Tahai Club, el internacional Hard Rock Café y el Beach Club, votado el mejor bar de Asia.

 

Fuente:

http://turismo.perfil.com