El CONICET cuenta con un edificio singular destinado al Instituto de Astrofísica de La Plata emplazado en el bosque platense. El proyecto fue desarrollado por los arquitectos Gustavo San Juan y Gabriel Santinelli. Presenta criterios de conservación de la energía y la calidad ambiental mediante la incorporación de masa térmica, interna y aislación térmica en su envolvente edilicia.
El CONICET cuenta con un nuevo edificio destinado al Instituto de Astrofísica de La Plata emplazado en el bosque platense. Con una estética austera, logra conjugar la funcionalidad con el uso racional de la energía y el aprovechamiento de la luz natural.
El nuevo edificio del Instituto de Astrofísica de La Plata, IALP, que depende del CONICET y de la UNLP, está emplazado en el paseo del bosque de la ciudad, en un predio perteneciente a la Facultad de Ciencias Astronómicas y Geofísicas de la Universidad Nacional de La Plata.
El proyecto, desarrollado por los arquitectos Gustavo San Juan y Gabriel Santinelli, se incorpora en un espacio vacante que conjuga las buenas condiciones de accesibilidad con las visuales desde su interior hacia su contexto inmediato. Asimismo se presenta como un edificio singular con características propias de su contemporaneidad.
El IALP presenta como objetivo principal la investigación básica en Astronomía, en áreas tales como Dinámica, Evolución, y Formación Estelar y Planetaria, considerando aspectos teóricos como observacionales, aportando al desarrollo del conocimiento científico e incorporando nuevas tecnologías, colaborando en el desarrollo de teorías y nuevos modelos que permitan interpretar los escenarios naturales del Universo como un todo.
El edificio se propone como una unidad de sencillo funcionamiento, tanto en su materialidad constructiva como en su mantenimiento. Con una superficie cubierta de 359 m², presenta una propuesta arquitectónica que ofrece un plus sustantivo, en tanto que concibe en el interior del edificio una “atmósfera” cargada de intenciones mediante el manejo de la luz, al tiempo que ostenta una “fachada educativa”.
La edificación presenta criterios de conservación de la energía y la calidad ambiental mediante la incorporación de masa térmica, interna, y aislación térmica en su envolvente edilicia.
En este sentido se resuelve la utilización de la luz natural de manera acorde a las exigencias de los puestos de trabajo. El aprovechamiento de la iluminación difusa por la fachada ubicada al este y la incorporación de lumiductos (sistemas de conducción vertical de la luz natural cenital) son favorables en tanto implican un menor equipamiento de iluminación, menor carga térmica interna, y una utilización de iluminancia uniforme en los espacios de trabajo, lo que deviene en un mayor confort para el usuario.
Desde el exterior, la fachada principal, ubicada hacia el oeste, presenta una expresión estética, comunicacional y educativa, al presentar una composición de perforaciones que hacen alusión a dos constelaciones que pueden ser observadas desde el hemisferio sur, la Cruz del Sur y el Centauro, las cuales se encuentran plasmadas en el escudo de la UNLP.
Para materializar el dimensionamiento se utilizó codificación internacional normalizada, donde el diámetro de las estrellas representan su brillo y el color, azul, amarillo y rojo; su temperatura. En tanto la composición es acompañada de la proyección de las coordenadas celestes, y las horas del día, lo cual sitúa a cada estrella en nuestro firmamento.
Asimismo, la fachada presenta una inclinación de 15º sobre la vertical, que facilita una mayor perpendicular sobre la visión de un observador externo. Indudablemente contemporáneo e íntegramente educativo.~
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