El Ministerio de Desarrollo Social invitó a un especialista que presentó un proyecto para desarrollar la construcción de viviendas utilizando elementos tradicionales. Las construcciones hechas con tierra, madera y caña tienen un costo menor y alta perdurabilidad. De esta manera, se busca mejorar las condiciones de hábitat de las personas, a través de emprendimientos cooperativos y autogestionados.
El Ministerio de Desarrollo Social, a través de la Dirección de Viviendas para la Economía Social invitó al especialista italiano Giuseppe Mingolla, quien presentó un proyecto ante un grupo de vecinos de la zona de Las Delicias, para desarrollar la construcción de viviendas utilizando elementos tradicionales, que habían sido raleados luego de la inclusión del cemento y del hierro como materiales predominantes en las obras. De esta manera la cartera busca mejorar las condiciones de hábitat de las personas, a través de emprendimientos cooperativos y autogestionados.
En ese sentido, un especialista italiano, que se presentó en Las Delicias, cerca de la ciudad de Federal, llevado por el Ministerio de Desarrollo Social de la provincia, forma parte de un grupo mayor de profesionales de todas partes del mundo que busca revitalizar la construcción a través de técnicas y materiales utilizados por la humanidad desde sus inicios, aseguró que la intención es lograr que la erección de viviendas sea sustentable y sostenible.
Respecto de la vivienda sustentable, dijo que la pretensión es que “refleje como vivimos, y también nuestros deseos y posibilidades”, además de estar vinculada con el lugar en que se reside. Por sostenible, apuntó que la intención es que la manutención de las viviendas en el largo plazo pueda darse sin necesidad de generar gastos por sobre las posibilidades de cada uno y que por esto se deterioren las condiciones de existencia.
Uno de los ejes de su alocución, seguida por más de una veintena de vecinos de la zona, fueron las limitaciones que el cemento tiene como elemento de la construcción, además de su alto costo de adquisición y mantenimiento, en contraste con otros, como por ejemplo la piedra, el adobe y la cal, que mantienen en pie construcciones realizadas hace miles de años. Estos últimos materiales, por su bajo costo, maleabilidad y durabilidad, están siendo requeridos incluso para casas de veraneo en Punta del Este y Cariló.
El costo es uno de los puntos más altos de esta técnica. Como ejemplo, citó y mostró un caso de una familia en la zona norte de Santa Fe, que con 50 mil pesos logró comprar un terreno y construir una vivienda de 80 mts 2 con tres dormitorios, invernadero y porsche. La finca fue levantada en tres meses, con dos previos para la elaboración de los bloques utilizados.
Mingolla apoyó su exposición en la proyección de imágenes, obtenidas tanto en su experiencia europea como restaurador de castillos e iglesias centenarios durante 15 años, de sus viajes por la zona noroeste y litoral de la argentina y además de las vivencias recogidas en otras partes de Latinoamérica. El experto trabajó en provincias como Formosa, Chaco y Santa Fe y cada una de las labores realizadas allí fueron certificadas y avaladas por la Universidad Tecnológica Nacional (UTN).
El especialista cuestionó conceptos del sentido común, como por ejemplo que la construcción utilizando paja y barro favorece la expansión del mal de chagas a través del insecto transmisor, la vinchuca. Alegó que esta enfermedad está más ligada a las condiciones de vida y limpieza más que a los materiales con los que está construida la vivienda.
De la reunión participaron también el titular de Viviendas de Interés Social, Juan Arbitelli, y el referente local Roberto Tolosa.
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