Liliana de Benito y Edgardo Mel, arquitectos responsables de los proyectos de Hábitat Sustentable del Instituto de la Vivienda de la provincia de Chubut, nos explican cuál es el concepto principal de las Ecoaldeas, qué proyectos destacados se están llevando a cabo y cómo definen la arquitectura bioclimática. Una interesante mirada sobre la arquitectura sustentable en la búsqueda de dignificar la profesión.
Liliana de Benito es arquitecta. Coordina el equipo de Hábitat Sustentable del Instituto de la Vivienda.
-Desde hace varios años venimos trabajando con arquitectura bioclimática y energías renovables. En áreas urbanas y rurales, con algunas innovaciones como las Ecoaldeas.
-¿Qué proyectos se destacan en esta línea sustentable?
-En el área rural, aparte de continuar con el programa de Viviendas Dispersas, tenemos fondos de la Nación de una operatoria nacional sobre vivienda rural y aborigen. Tenemos un cupo anual de 240 viviendas dispersas para construir en toda la provincia.
Tenemos una operatoria nueva, que acaba de comenzar, que se llama Infraestructura Sustentable, con la que estamos haciendo unas 5 Ecoaldeas, en un total de 30 viviendas distribuidas en las distintas zonas bioambientales de Chubut.
Y empezamos con esta operatoria de cambio climático, con lo cual tenemos 8 viviendas en Corcovado, 8 viviendas en el Hoyo, 8 viviendas en 28 de julio, 20 viviendas en Rawson y la colocación de colectores solares para agua caliente en 20 viviendas en Paso de Indio
Edgardo Mel es arquitecto y es Responsable de Diseño de Proyectos de arquitectura dentro del Programa de Hábitat Sustentable
-Lo más importante es vincular la tecnología, las energías renovables y la comunidad para la construcción de una vivienda adecuada a sus necesidades. Que brinde calidad de vida, con mejoras tecnológicas, con mejoras energéticas, con la no emisión de gases a la atmósfera. Esto implica una arquitectura pasiva con criterios de sustentabilidad
-¿Cuál es el concepto de la Ecoaldea?
El problema central en el medio rural está relacionado con el tema energético. La zona rural chubutense es muy amplia, no tiene redes de energía eléctrica, no tiene gas en su territorio, con lo cual nosotros hacemos un emprendimiento que lo llamamos Centro Energético, fundamentalmente para poder dotar a las viviendas de esa Ecoaldea de energía eléctrica, que es obtenida generalmente de la fuente eólica y fotovoltaica. También la idea es generar gas con biodigestores, utilizando y reciclando las mismas aguas hervidas de las viviendas, más abonos locales y sobre todo, y fundamentalmente, el tema de nuevas tecnologías vinculadas a Leds, por el consumo energético, el gas para calefacción y para evitar la desertificación en la meseta patagónica. También el uso de materiales locales que para nosotros es central, utilizar tecnología apropiada vinculada a la construcción de la vivienda con piedra, con tierra, con suelo adobe, con adobe, con suelo cemento, con piedra toba, todos materiales tecnológicos que nos permiten a nosotros simplificar la construcción pero además darle calidad de vida a los pobladores rurales de esas áreas.
-Las empresas proveedoras que tiene criterios de sustentabilidad, ¿cómo se pueden acerca a Uds. para ver de qué manera pueden contribuir a la difusión de este tipo de arquitectura?
Nosotros usamos desde simples colectores solares de placa plana hasta molinos eólicos de eje vertical, de eje horizontal. Utilizamos bombas sumergibles para obtener agua de pozo. Utilizamos energía fotovoltaica. Todas estas cosas se consiguen en la provincia de Chubut, pero también hay proveedores a nivel nacional.
-¿Cuál es el rol de los jóvenes profesionales, de los nuevos arquitectos, en este momento de mayor concientización en cuanto a energías renovables y a arquitectura bioclimática? ¿Es positivo el aporte de los nuevos arquitectos?
Este es un largo camino. Primero, esto no es fácil, esto no es sencillo. Es todo un camino a recorrer. Trabajar en sustentabilidad no es sólo una marca, no es sólo una decisión personal. Implica investigar, implica trabajar mucho en la tecnología, en investigación. En ver qué se quiere de la arquitectura, hacia donde uno quiere ir. Y después sí, el diseño de los arquitectos, la juventud es lo que nos aggiorna a los viejos en este caso, y nos da fuerza para seguir, y son lo que hacen realmente los proyectos nuevos. Pero en realidad basados en una experiencia que no hay que desperdiciar y que se logra después de muchos años de estar en contacto con la gente, de ver la realidad de las tecnologías y de trabajar mucho en la articulación, en la investigación y en el accionar del profesional para poder llevar adelante este tipo de arquitectura. En definitiva, la arquitectura bioclimática, la arquitectura sustentable no es más que muy buena arquitectura. O sea, no estamos inventando nada. Estamos intentando, desde nuestra profesión, dignificar a la profesión.
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