YPF vuelve al ser de sus dueños naturales: los argentinos. Y aunque en realidad nunca dejó de ser propiedad de los habitantes de este país, manejaban sus destinos personas que responden a intereses privados y a intereses de otros países.

YPF vuelve al ser de sus dueños naturales: los argentinos. Y aunque en realidad nunca dejó de ser propiedad de los habitantes de este país, manejaban sus destinos personas que responden a intereses privados y a intereses de otros países.

Y es en este contexto que se debe leer el anuncio que hizo la presidenta Cristina Fernández. La recuperación de la soberanía económica es clave en el proceso de construcción de la soberanía política.

Las inversiones en el sector de energía son claves para el desarrollo de la industria nacional. No es posible que se deje decidir a otros el cómo y el cuándo se realizan. Y mucho menos permitir la disminución lisa y llana de las reservas que le darían sustentación en el largo plazo.
 
Aunque el disparador haya sido el aumento alarmante de las importaciones de combustible, la pérdida de la soberanía energética que esto implica es el elemento principal de la medida tomada.
 
Las empresas locales, sobre todo las pequeñas, necesitan el respaldo de un mercado energético que proteja sus intereses. La Argentina no puede pagar los precios internacionales del petróleo, porque los costos locales, por decisión soberana también de nuestro gobierno, son otros. La pérdida de competitividad que llevaría sería demasiado grande.
 
Además, ¿es racional no explotar las reservas propias e importar combustible?
¿Por qué faltan naftas en las Estaciones de Servicio en la ciudad y gasoil en el campo?
Como bien dijo la Presidenta los países del mundo retienen sus recursos y el porqué se desprende de las preguntas anteriores. ¿Por qué la Argentina esto no esra así?
Otra arista es más simbólica y tiene que ver con la decisión en términos políticos. El fuerte gesto de Cristina era esperado por los sectores populares, de distinto signo político. Los aplausos se hicieron sentir no sólo en el ámbito de la Casa Rosada. Desde las casas de miles y miles las manos golpearon unas contra otras y varias lágrimas se escaparon. Sucede que esta histórica y determinante medida era largamente esperada.
Este día será visto, seguramente, en el futuro como una jornada de júbilo y alegría popular.
¿Qué falta? Claro que sí. ¿Qué no es suficiente? Desde ya. ¿Qué se pueden hacer las cosas mejor? ¡Siempre!!! Pero es por este tipo de decisiones que millones apoyan a este Gobierno y a esta Presidenta.
Desde Ekonomías, aplaudimos que YPF vuelva a ser de los argentinos.

Fuente:

http://ekonomias.com.ar