La envolvente de las construcciones arquitectónicas son una cuestión fundamental para resolver en el diseño. Mantiene una relación directa con el espacio público en el que esta inmerso el proyecto. Las nuevas tecnologías aportan nuevas formas de crear, de cubrir la arquitectura, logrando mayores posibilidades en los diseños. El tecnicismo de la materialidad conforma los límites de creación.
Como ejemplo, podremos ver la obra del Mercado de Santa Caterina que antiguamente era un convento con claustro fue modernizado por EMBT arquitectos. Este edificio ubicado en Barcelona, posee un nuevo manto exterior que cubre la antigua construcción. La nueva cubierta es el elemento mas destacado que proyectaron los arquitectos Enric Miralles y Benedetta Tagliabue.
Todo era parte de la vida y de la historia de este edificio. Se relacionaron con el lugar existente de forma muy diferente a lo que acostumbraban a hacer. Dejaron que el lugar «te tire las cosas»sin imponer según Benedetta para llegar a la vista de todos. colocarse a la vista en el trafico y de todo el mundo circundante, antes era un lugar invisible.
De las casas de barcelona, estudiaron el uso de la madera fuerza, la capacidad de mantenerse en el tiempo, porque siempre es nueva. Para usar en grandes luces solo podia ser con madera laminada.
Utilizaron ceramica esta en todas las terrazas, como las terrazas a la catalana, para darle movimiento para responder al clima a las claraboyas y reutilizando todo de otra forma. En el diseño de las cerámicas, tuvieron que estudiarse entre diferentes piezas alargadas, rectangulares hasta que se decidieron en esta forma hexagonal.
La estructura de la cubierta fue sencillamente realizada en Hierro, hormigón y como dijimos antes en madera y cerámica.
Los colores fueron tomados de los colores de las frutas que se encuentran adentro, en el mercado donde se comercializan, es un mundo de colores. El dialogo que tiene entre lo tecnológico artificial y lo natural forma una conexión entre el pasado y lo que vendrá del futuro. Se despliega como una especie de gigantografia toda pixelada de los frutos de la naturaleza. Esta textura, a su vez, representa la construcción de trencadis que se usa en Barcelona.
Arqto. Alexis Bernardou
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