La fuerte contaminación de los combustibles fósiles, su condición de finitos y sus volátiles precios, sensibles a cualquier convulsión política o fenómeno climatológico llevan al mundo a incrementar la disponibilidad de energías a partir de recursos renovables y otras alternativas.
El desarrollo de energías a partir de fuentes renovables requiere de la disponibilidad de líneas de transporte para un eficiente aprovechamiento de la energía eléctrica generada, y es un rubro al que el Gobierno le ha prestado especial atención.
El Gobierno nacional avanza con las obras necesarias para que en 2016 el 8% de la energía consumida en el país provenga de fuentes renovables, y en el tendido de líneas de alta tensión para interconectar a todo el territorio.
En 2003 el país contaba con 9.083 kilómetros de Líneas de Alta Tensión, merced al Plan Energético éstos pasaron a 11.712 kilómetros en 2010, es decir 28,9% más, y llegarán a fin de este año con 14.091, es decir 55,1%.
La construcción de la línea de transporte eléctrico de alta tensión Pico Truncado-Río Gallegos-Río Turbio, licitada en marzo del año pasado, interconecta, de una vez por todas, a la Patagonia con el resto del país.
La ley 26.190 estableció el régimen de fomento para el uso de fuentes renovables de energía destinadas a la generación eléctrica, y determina que en diez años el 8% del consumo eléctrico del país sea de ese origen.
La producción de energía eléctrica a partir de fuentes renovables y la integración de todo el país al Sistema Interconectado Nacional (SIN) han sido prioridades para el Ministerio de Planificación.
En pos de ese objetivo, a través de ENARSA, en 2009 licitó y obtuvo 22 ofertas para la ejecución de 49 proyectos, que generarían en conjunto unos 1.461 megawatts, el equivalente a 6,67% de la capacidad instalada del país.
Esta oferta superó ampliamente el objetivo inicial de 1.015 MW que había sido fijado por el Gobierno para esa licitación de generación eléctrica a partir de fuentes renovables (GEN REN).
Más del 8% de esa energía licitada correspondió a proyectos eólicos, con 17 proyectos para generar 744 megavatios.
La Argentina, reconocida internacionalmente como uno de los países con mayor potencial de desarrollo eólico, cuenta con 30MW instalados.
El resto fue para Centrales Térmicas a Biocombustibles, con 4 proyectos (110,4MW); Energía Solar Fotovoltaica, 6 proyectos (20 MW); pequeños aprovechamientos hídricos, con 5 ofertas (10,6MW), y 2 proyectos para energía a partir de Biogas (15MW1).