La Legislatura aprobó la catalogación de Área de Protección Histórica a nuevos edificios con valor patrimonial en la ciudad de Buenos Aires. La protección impide demolerlos y obliga a mantener sus fachadas. También se plantean restricciones de altura para futuras construcciones y colocación de publicidad callejera.
La Legislatura aprobó una nueva catalogación para edificios con valor patrimonial. Se tomaron algunas medidas y restricciones para preservar dichas construcciones.
Los legisladores categorizaron como Área de Protección Histórica (APH) al polígono delimitado por Florida, Rivadavia, Leandro N. Alem y San Martín, al que denominaron Catedral al Norte. También se amparó la zona de la plaza San Martín.
Las calles Reconquista y Florida, la recova del Bajo, edificios del centro porteño como la Bolsa de Comercio, la Iglesia de la Merced y el Rectorado de la Universidad de Buenos Aires, entre otros, integran una nueva zona catalogada por la Legislatura como de área de protección histórica (APH). Entre otras medidas, se plantean restricciones de altura para futuras construcciones y de emplazamiento para la publicidad callejera.
Se impusieron diversos niveles de protección, dentro de esta zona, a 192 edificios de valor patrimonial, lo que impide demolerlos y obliga a mantener sus fachadas. Entre ellos, figuran, además de los ya mencionados, el ex Banco Francés (Perón y Reconquista), el ex banco Alemán Trasatlántico (Reconquista y Mitre), el Nuevo Banco Italiano (Reconquista y Rivadavia) y la ex Compañía Naviera Dodero, hoy sede de la Sindicatura General de la Nación (Corrientes y Reconquista).
El objetivo es asegurar la conservación de todo el frente costero fundacional de la ciudad de Buenos Aires, desde el parque Lezama hasta la plaza San Martín. Desde la década del 90, uno de los rincones más antiguos de la Capital, entre Paseo Colón, Rivadavia, Perú y Brasil, ya contaba con la declaración de APH, al igual que todo el eje de la Avenida de Mayo.
En el caso del área ahora denominada Catedral al Norte, que coincide geográficamente con la city porteña, los legisladores buscaron que se respetara en el tiempo la particular morfología urbana que se consolidó cuando, tras una modificación del Código de Planeamiento que flexibilizó las alturas, a los edificios más históricos se fueron sumando otros modernos y altos por el arraigo de la actividad financiera.
Las futuras construcciones deberán respetar los 32 metros de altura sobre las avenidas del polígono y los 21 metros de altura, sobre las calles.
Los dispositivos de publicidad exterior también deberán guiarse por normas específicas. Se prohibió la colocación de marquesinas, sólo serán permitidas las ya existentes que sean parte integrante de la arquitectura original del edificio.
En las plantas bajas se autorizan únicamente toldos rebatibles que no superen con su proyección la mitad del ancho de la vereda, mientras que los toldos fijos quedan prohibidos.
Tampoco podrán instalarse anuncios salientes, estructuras publicitarias ni cualquier otro elemento sobre fachadas, techos y medianeras de los edificios.
Fuente: La Nación