460De un minucioso análisis de lo que significa habitar un barrio privado se desprende la forma y materialidad de la obra de los arquitectos Patricia Izarra, Emiliano Magi, Juan Martín García Pereyra y Martín Rojo. La casa en Bosque Alto expresa con integridad conceptual el contraste entre la vivienda y el barrio, lo interior y lo exterior, definiendo un lenguaje rico y único de relaciones entre líneas, superficies y volúmenes.

El Barrio Privado establece hoy nuevos vínculos entre personas y espacios, diferentes formas de sociabilidad y modos de organización. En él, el exterior no es del todo público ni los interiores del todo privados.

Este tipo de urbanización cerrada genera relaciones particulares entre la casa y la calle, entre las mismas casas o los vecinos, o directamente entre el barrio y la ciudad. Por su funcionamiento, los límites del terreno se desdibujan, adquiriendo una permeabilidad especial. En un barrio privado, ¿el límite de la propiedad es realmente el terreno?, o bien ¿por extensión de su lógica interna, el límite es todo el perímetro del barrio?.

Estas relaciones entre vivienda y entorno o entre lo público y lo privado definen el carácter de la obra, expresada en un diálogo de contrastes. El uso estratégico, tanto formal como cromático de toda la casa, es la metáfora que evidencia el leitmotiv de diseño.

El volumen negro, sólido y pesado del que se parte, se hace permeable por influencia del exterior. Lo sólido es progresivamente calado, se aliviana y convierte en un juego de volúmenes entrecruzados o de caras definidas por aristas. Los vacíos generan espacios abiertos, semicubiertos y galerías, los llenos, en tanto, nuclean los servicios o bien constituyen límites.

El exterior oscuro se pierde con la sombra de la copa de altos árboles que caracterizan el barrio y el interior blanco refleja la luz, contrasta y enmarca el verde del jardín propio. Entre ellos, el acceso y los espacios intermedios organizan el recorrido y establecen las reglas de comunicación entre cada una de las partes. La piscina, entendida como otro volumen, se articula en el conjunto.

Pograma. Exterior, interior y recorrido

Explícita o indirectamente, todo el programa se relaciona con el exterior a través de espacios intermedios como patios o semicubiertos que organizan los accesos, controlan el sol y distribuyen los espacios. En efecto, la forma surge del contenido y se fundamenta en la experiencia.

El semicubierto, al frente, representa el acceso principal y funciona como espacio guardacoches. Se entiende como la prolongación de la calle o el espacio público. Lateralmente y en oposición, un patio interior se ciega a la calle, define el acceso de servicio y funciona como tender y sala de máquinas.

El elemento principal de articulación es el hall de acceso. Por un lado, la cocina/comedor diario está en relación hacia la calle, con el lavadero a través del patio de servicio y hacia el jardín, con la terraza, la parrilla y la pileta. Por otro lado, el estar se vincula directamente con el jardín e indirectamente con la calle a través de un muro translúcido materializado en Uglass. Ambos, en doble circulación.

La planta alta, conectada por un tajo, alberga tres dormitorios en serie que miran al jardín y obtienen largas vistas del arbolado circundante.

Los servicios han sido nucleados en planta baja y alta en un mismo volumen, favoreciendo la simpleza constructiva y la racionalidad en las instalaciones. A su vez, se encuentran conectados por un conducto directamente al lavadero.

La piscina en prolongación de la expansión, que en sombra se mimetiza con el jardín, se materializa en venecita verde y el agua, entendida como otro material, proyecta el sol y refleja la vegetación a modo de espejo.

Materiales, luces y sombras

De construcción tradicional, la casa materialmente se expresa por revoques proyectados en contrastantes tonos blanco y gris oscuro, el translúcido del U-glass, grandes superficies vidriadas entendidas como vacíos y el espejo de agua que descansa sobre un controlado césped que define el perímetro del lote.

Las carpinterías en aluminio negro enmarcan el jardín y la luz es controlada mediante cortinas tipo block out. Algunas piezas en madera y el mobiliario cuida- dosamente seleccionado otorgan calidez al conjunto.

Los paramentos interiores en yeso y el piso blanco en porcellanato trabajados como caras y superficies reflejan la luz del día o proyectan marcadas sombras según el horario y la época del año, logrando que la relación entre el interior y el exterior de la que parte el proyecto se convierta en un diálogo vivo, sugestivo y siempre cambiante.