En la costa de Mar Azul, Villa Gesell, se encuentra esta particular vivienda con un terreno de 600 m2. La casa aprovecha la imponente vista hacia el mar con sus grandes superficies vidriadas. Se eleva sobre una duna fuertemente empinada, con caída al bosque.
La casa de aproximadamente 180 m2 se erige como cajas de zapatos apiladas, dando las diferentes situaciones y sensaciones. Dos terrazas aparecen en el vacio de la estructura y aprovechan las mejores orientaciones ademas de las mejores visuales. En la planta baja se encuentran los dormitorios semi-enterrados con una circulación iluminada desde el mar. Una gran sensación al recorrer los pasillos con la altura de las ventanas que enmarcan en porciones el mar. Los dormitorios poseen entradas independientes, con vista al bosque.
En el primer piso nos encontramos con el sector social de la casa, donde la cocina, el comedor y el living interactuan entre si, en un espacio fluido. A su vez, la expasión, posee un semicubierto de doble altura que funciona como un espacio de transición entre «el adentro y el afuera».
Por último el dormitorio principal en Suite se encuentra en la parte superior, con un mirador.
La terraza funciona como mirador y otorga la sensación de estar en la cubierta de un barco. Las chimeneas rojas poseen un diseño metafórico similares a la de los barcos. Desde allí se pueden ver el Faro Querandi y las playas de Villa Gesell.
En la materialidad se opto por utilizar la construcción en seco para lograr optimizar los tiempos de obra. El edificio se arma por medio de siete módulos espaciales y dos paneles que sirven de cerramiento para la expansión. Estos módulos, son estructuras tridimensionales conformadas por columnas de esquina de sección cuadrada de 120 mm de hierro zincado y vigas principales, secundarias y perfiles montantes en acero galvanizado, vinculadas a placas fenólicas en paredes, techos y placa cementicia en pisos.
[wzslider autoplay=»true» transition=»‘flash'» lightbox=»true»]