Las casas prefabricadas de Kiss House permiten un ahorro energético, debido a que se realizan con materiales que cumplen con estándares de reducción energética, y son de fácil construcción, ya que pueden montarse en cuatro días, a diferencia de la edificación tradicional con cimiento, ladrillo, entre otros.
El principal material de construcción, aunque no es el único, es la madera laminada o CLT, un elemento de elección de materiales para el ahorro energético.
Según explica Mike Jacob, especialista en el estándar Passivhaus (basado en el aprovechamiento de la energía solar y reducción del consumo energético por aislamiento y otros aspectos) y miembro del equipo de Kiss House, las edificaciones cumplen con dicha certificación al tener un alto nivel de aislamiento, aprovechar la energía solar y tener circulación de aire.
Las casas pueden tener de dos a cuatro habitaciones, yendo desde los 80 metros cuadrados hasta los 140. En los diseños que proponen las ventanas son cristales que van del suelo al techo, y para el exterior puede escogerse entre cuatro opciones distintas de revestimiento: madera (de cedro, de lárice, de castaño entre otras), metal (zinc, cobre o acero inoxidable), enlucido clásico o ladrillo.
A diferencia de otras casas prefabricadas, las Kiss Home necesitan una base de hormigón para asentar la estructura. Una vez hecha y recibido el material, la casa puede montarse en tres o cuatro días.
Los precios de las Kiss House varías según el modelo que se elija, los materiales y la superficie, pero el costo por metro cuadrado está rondando los 2.284 euros (unos 2.555 dólares) para Reino Unido, aunque los precios de exportación a otros países empezarán a verse el mes que viene.
Fuente: Eco Noticias