En Saint-Cloud, en la periferia parisina, se alza el nuevo centro deportivo y lúdico de Christophe Ouhayoun &Nicolas Ziesel (Koz) traduce en audaz punto de referencia una arquitectura dedicada a los niños. En la construcción-juguete los colores de los cristales de la fachada remiten a los colores de los espacios interiores y cada diferenciación cromática es un medio de orientación espacial para los niños.
La arquitectura para la infancia posee una finalidad didactica que carga el proyecto de grandes responsabilidades, no solo hacia los pequeños usuarios, sino también hacia el barrio que lo acoge. Demostrando gran sensibilidad hacia un tema universal y tan complejo, en el 2004 la administración municipal de Saint-Cloud, en los límites de la ciudad de Paris, convoco el concurso para la construcción de un centro para el deporte y el tiempo libre, y eligió un proyecto fuertemente expresivo en el intento de establecer un punto de referencia urbano en un contexto indistinto de casas residenciales. El edificio, proyectado por el estudio francés Koz, se alza en los límites de una plaza-jardín abierta al uso mixto de los ciudadanos y de los usuarios del centro, según el deseo del cliente de integrar las actividades de los niños con las del barrio.
La imagen compacta, obtenida con paneles prefabricados de cemento, es desmaterializada por el ritmo de los taponamientos de la fachada en módulos acristalados de colores y translucidos. Si la envoltura se presente monocroma y unitaria, los colores de los cristales han sido estudiados para indicar también en el exterior los diversas zonas de disfrute. Los pasajes cromáticos de los módulos de la fachada, desde los rojos pasando por los amarillos y los verdes, son devueltos como si hubieran sido pintados a franjas por los niños, desbordando incluso sus contornos hasta las barandillas que delimitan los recorridos de entrada: las barandillas son rojas coincidiendo con los cristales rojos, son amarillas coincidiendo con los amarillos.
Acentúa la clave de de lectura de la construcción-juguete el hueco en el centro del volumen, funcional para llevar hacia las plantas del mismo una gran cantidad de luz natural, gracias al añadido de elementos acristalados, y a albergar la rampa de acceso que lleva desde el segundo nivel a la terraza, completamente en el exterior. Muchos también son los elementos de decoración de los interiores que buscan la interacción lúdica: las sujeciones a la pared para hacer ejercicios de escalada son usadas como elementos decorativos de toda una pared del gimnasio; las rampas en la terraza tienen un suelo amarillo con dibujo en forma de olas que evoca la playa, identificando no un simple espacio de transito sino un lugar de juego; todos los espacios han sido hechos más amplios de lo que exigían los reglamentos para permitir a los niños correr, jugar y moverse con mucha libertad. Las elecciones compositivas que privilegian la agregación entre las partes y la ausencia de separaciones netas son avaloradas por el mensaje cromático: si la presencia del color en cada sector del edificio marca los lugares disponibles para acoger a los niños y en su imaginario aúna todas las actividades, la diferenciación cromática de los espacios es un medio de orientación espacial. Además del conocido estimulo expresivo que los colores generan en la infancia, el objetivo es también el de hacer comprender la arquitectura a través del color: así si a los cristales rojos de la fachada corresponde un sector con las paredes rojas, también en el exterior será fácil para un niño localizar los recorridos e indicar las actividades que ha hecho a lo largo del día. Aprendiendo de la historia de la arquitectura escolar y de los espacios transicionales, Koz distribuye los ambientes según recorridos fluidos, de modo que el usuario tenga puntos de vista múltiples desde el espacio en el que se encuentra hacia los otros espacios y también hacia el exterior del edificio, en una lógica de comprensión del contexto sea este cercano o lejano.
La relación con el paisaje es reciproca, ya que si los niños pueden observar el mundo exterior, desde las cristaleras translucidas, también el barrio puede percibir la agitación de sus actividades, y si por la noche los niños duermen, los colores y las luces interiores han sido puestas a propósito para recordar que volverán a jugar la mañana después.
Ficha Técnica
Proyecto: KOZ architectes (Christophe Ouhayoun, Nicolas Ziesel )
Jefes de proyecto: Ambrus Evva, Francois Kharatt
Cliente: Ayuntamiento de Saint-Cloud
Lugar: Saint-Cloud (Francia)
Proyecto de las estructuras: EVP Ingenierie
Consultoria para los costes: Cabinet RPO
Consultoria acustica: Delphi Acoustique
Supervision tecnica: APAVE Coordination – Securite, QUALICONSULT SECURITE
Superficie útil bruta: 1.600 m2
Concurso: 2004
Proyecto: 2005-2006
Fin de las obras: 2009
Fachadas de módulos prefabricados autoportantes de cemento y cristal de colores
Revestimiento exterior de laminado