El piso es un elemento importante a estudiar en el diseño, ya que puede delimitar espacios, establecer circulaciones y definir funciones en las diferentes habitaciones. Independientemente de sus variedades –maderas, porcelanatos, flotantes, alfombras, cerámicos- lo más recomendable es que la elección sea siempre en función del uso, la practicidad y durabilidad.
No todas las clases se adaptan a las mismas exigencias, incluso algunos lo hacen mejor que otros. No es lo mismo un piso para un baño o un living que para una cocina, que tiene un uso más intenso. Para una correcta elección, debemos tener en cuenta qué vamos a necesitar, para qué y dónde lo vamos a utilizar.
Entre otras cosas, se debe definir qué transitado será el piso en cuestión, con cuanta frecuencia se limpiará, qué durabilidad esperamos, cuál es el grado de exposición a la humedad, agua o sol y si se necesitan condiciones especiales para el mismo.
Madera
Sólo la palabra evoca imágenes de encanto y calidez. Este material genera climas íntimos y acogedores, y ofrece alta resistencia al paso del tiempo. A diferencia de otras opciones, que necesitan ser reemplazadas con los años, los pisos de madera real son una alternativa que durará toda la vida.
La madera hace que cualquier ambiente se vea más atractivo y elegante. Hoy en día se puede conseguir en una variedad de colores, estilos y precios para todo tipo de diseño y presupuesto. Las especies más utilizadas en la actualidad son: Lapacho, Roble de Eslovenia, Bamboo, Eucaliptus, Guayacan, Roble Amazonico, Jatoba y Tiger.
Sin importar cual se coloque, siempre logran el mismo efecto: que las habitaciones se vean maravillosas.
Utilizando el tratamiento adecuado, se adaptarán a cualquier sector, aunque irán mejor en lugares que no estén expuestos a la humedad, el agua o la luz solar. Pueden ser pulidos, plastificados, naturales o hidrolaqueados. Dependiendo del estilo que se le quiera dar a la decoración, la forma de colocación va a ser diferente.
Actualmente, tablas pequeñas encastradas dibujando tejidos de cesta o espina de pez son empleadas para dar un estilo decorativo escandinavo. Mientras que el entablonado, disponiendo las tablas de manera paralela, no sólo es típico de casas clásicas, también es muy apropiado para las contemporáneas.
Flotantes
Poseen un espesor de entre 8 y 15 milímetros y resultan la mejor opción si se quiere renovar el piso sin levantar el revestimiento actual. Se consiguen con diseño y terminaciones excelentes que brindan un alto rendimiento y son productos ecológicos hechos de materiales renovables.
Los pisos flotantes se venden en una enorme variedad de colores, vetas e imitaciones de maderas. Existen dos tipos: los laminados (o también llamados melamínicos), aquellos cuya capa final de vista está compuesta por un laminado plástico con aspecto de madera, y los flotantes de madera, la opción artificial al piso de madera maciza.
Otra característica fundamental de este tipo de pisos es su aislación térmica y acústica, lo que contribuye tanto al confort como al ahorro energético.
Si bien tienen mucha aceptación en la vivienda familiar, sus características también los llevan a ser empleados en oficinas y comercios, donde el tránsito es más frecuente y demanda un producto altamente resistente. Los flotantes ofrecen múltiples opciones, sumamente tentadoras para crear espacios acogedores y absolutamente personalizados.
Mosaicos y granitos calcáreos
Olvidados durante años, los pisos de granito y calcáreos han hecho un regreso triunfal, posicionándose como una excelente alternativa por su larga duración y amplia gama de diseños y colores. Garantizan terminaciones originales, dada su real calidad artesanal, y se recomiendan tanto para exteriores (galerías y patios), como para interiores (cocinas, baños, recepciones o livings).
Los mosaicos graníticos son fabricados con polvos, granos y escallas de mármoles y otras piedras. Del proceso se obtiene una gran variedad de productos de distinta resistencia, formato y color. Se trata de diseños muy simples (el material de la superficie no admite jugar con distintos motivos en la misma pieza), que permiten formar dameros y guardas llamativas.
Una vez pulidos, los mosaicos obtienen un brillo especial que realza el material.
En los calcáreos el diseño sí puede generarse en cada pieza y las posibilidades son infinitas. Las líneas y los colores de sus distintas partidas normalmente no son exactas y es lo que hace que cada lugar donde estén colocados sea único. En la actualidad, empresas nacionales e internacionales ofrecen líneas con diseños innovadores y de gran resistencia al tránsito, que le darán a cualquier proyecto un toque particular que marcará la diferencia.
Cerámicos y porcelanatos
El cerámico es apto para ser usado en cualquier ambiente de la casa. Su terminación es porosa y tiene una capa de esmalte que le otorga suavidad al tacto, además de mayor resistencia a los golpes y a las manchas. Las últimas tendencias evocan a los textiles, cementos y metales.
Gracias a sus esmaltes inspirados en el acero, aluminio, hierro o cobre se logra una máxima expresión minimalista. Los resultados de estas texturas son pisos de colosal belleza urbana, aptos para grandes áreas como el hall, la sala o el recibidor. Una forma de romper con la monotonía de los ambientes es crear “alfombras” con cerámicos de distinto tono al de toda la superficie. Es una sencilla manera de resaltar ciertas zonas: la estufa, los sillones o el centro del salón.
Los porcelanatos conquistan todo el mercado. Sus placas de grandes dimensiones suelen ser muy aceptadas en las construcciones con ambientes de grandes dimensiones. Son sumamente impermeables ya que generalmente están esmaltadas (mate, brillante o satinado), rechazan la humedad y la grasa.
Muchas piezas imitan a las más reconocidas piedras naturales, tales como las de Carrara, Botticino y Calacatta, entre otras. Triunfan las placas imitación cemento alisado, que cuentan con la ventaja de que sobre grandes superficies no sufren las clásicas grietas del cemento alisado.
Cemento alisado
Moderno, elegante y duradero como el tiempo mismo. Por tratarse de un material en bruto, requiere mayor atención y detalle en la combinación con otros elementos de la decoración. Cuanto más reducido es el paño, mejor resultado da. Se recomienda que éstos no sean mayores a 4 metros cuadrados para evitar el quiebre. Si la colocación es al aire libre, tendrán que respetarse las juntas de dilatación, ya que los constantes cambios de temperatura generan la fragmentación del material.
Por su impermeabilidad, no sólo es útil como piso, con él también se puede revestir paredes y mesadas de baños y cocinas. Gracias a un gran número de colores disponibles, texturas y acabados, el cemento alisado puede adaptarse a interiores minimalistas, ambientes despojados, viviendas recicladas, lofts, decoración industrial, contemporánea o zen.
La versatilidad del elemento, lo convierte en la opción más indicada para combinar con cualquier otro tipo de material: madera, piedra o metal. Además, se puede pintar con excelentes resultados, creando guardas o dibujos.