¿Cuándo tenemos condensación? ¿Cuáles son los lugares más susceptibles para su formación? ¿Cómo se puede resolver o reducir el fenómeno? Algunas características y sugerencias para abordar un tema tan molesto y persistente como las manchas de humedad.

Manchas oscuras, olor a humedad que nos recuerda un sótano, degradación de la pintura… Solemos tomarlo como filtraciones desde el exterior e impermeabilizar cubiertas o muros gastando grandes cantidades de dinero en membranas asfálticas o líquidas y sin embargo, el problema persiste.

¿Por qué? La respuesta es que estamos ante otro tipo de fenómeno, provocado por otra patología de las construcciones, y es el fenómeno de la condensación.

¿Cuándo tenemos condensación?

Con la cantidad correcta de humedad ambiente en combinación con determinada temperatura de las superficies, ocurre el cambio de estado de la humedad ambiente que se halla en forma de vapor de agua que, al ponerse en contacto con una superficie más fría vuelve a estado líquido, eso es condensación. Para comprenderlo fácilmente, el ejemplo más común es el de la tapa de la olla: las gotas de agua en su superficie interior no son otra cosa que la condensación del vapor de agua que se eleva de la cocción de los alimentos en su interior.

¿Por qué las manchas son negras?

En realidad, la zona de condensación es sólo una zona húmeda y su color no es otro que el de la pintura o el material donde se forma, pero lo que ocurre es que donde hay agua, generalmente hay alguna forma de vida y efectivamente lo que vemos son colonias de hongos y moho.

¿Cuáles son y por qué los lugares más susceptibles para la formación de condensación?

Seguramente los casos que todos hemos vistos de condensación se presentan en cocinas, baños y algunas veces en dormitorios, ambientes de estar o comedores, que cuentan con cierto tipo de calefacción del que ya hablaremos.

Con respecto a los dos primeros, la razón radica en que son espacios donde se genera gran cantidad de vapor de agua que transporta ácidos grasos que derivan de la cocción de los alimentos  en el caso de las cocinas o de la transpiración humana, esto es un caldo de cultivo formidable para la formación de colonias de hongos que se radican en los sectores donde se forma condensación.

Cuando vemos esas manchas en los dormitorios, comedores o lugares de estar seguramente en la vivienda existe algún artefacto de calefacción con cámara de combustión abierta que aportan como residuo anhídrido carbónico y agua hasta 1.5 o2.0 litros de agua por cada Kg. de combustible quemado. Estos artefactos son los convectores leño gas y estufas a kerosén, cuyos quemadores están en contacto directo con el ambiente.

Ahora bien, pero ¿qué tiene que ver esto con la formación de condensación? En realidad no existiría condensación si no tuviéramos un factor fundamental para que ésta se forme, y es una superficie fría. En una vivienda tendremos superficies frías en los lugares con deficiente o inexistente aislamiento térmico, son zonas de un muro, techo, encuentro de muros y techos o elementos estructurales de hormigón o hierro dentro del muro o techos, que funcionan como puentes térmicos, lugares por donde la casa pierde calor.

¿Cómo resolver o reducir el fenómeno?

Primero hay que analizar cuál es el factor que provoca la condensación, en cada caso es distinto, pero hay generales de la ley, como punto de partida, la aislación térmica es seguramente mala, pero haremos una lista somera de posibles soluciones.

Eliminar la calefacción por artefactos con cámara abierta (convectores, leño o gas).

Colocar extractores en las cocinas, especialmente sobre las hornallas.

En los baños, secar los revestimientos, no dejar toallas o ropas húmedas en el interior, colocar extractores si no se cuenta con una buena ventilación natural al exterior y cerrar la puerta para evitar que el vapor de agua emigre a otros ambientes de la casa.

Analizar de existe la posibilidad técnica de aislar térmicamente los ambientes, en el mercado hay diferentes alternativas y materiales.

Cubrir las superficies de los muros con salpicados calcáreos, que son porosos, absorben el agua no dejando que se condense y además por ser altamente alcalinos, no proliferan los hongos.

También existen pinturas que no están formuladas sobre bases orgánicas y son permeables al vapor de agua permitiendo que éste se escape y no condense, por lo tanto no permiten que los hongos se desarrollen.

 

Por Arquitecto José María Biolatto / Arquitecto Iván Daniel Veglio

Fuente:

http://galvezhoy.com.ar