El estudio noruego Helen & Hard concibe el diseño sustentable buscando armonizar la naturaleza con los espacios urbanos. Su filosofía se refleja en la selección de los materiales y en la meta de un bajo consumo energético. El bambú laminado y los sistemas de recolección de aguas pluviales guiaron una de sus muestras más innovadoras. Un bosque de “árboles” que pueden ser “plantados” en cualquier sitio.

 

"Nuestro objetivo es participar de manera creativa con la sustentabilidad, no sólo en el diseño de espacios, sino también en la concepción y organización del proceso de diseño, incluyendo la construcción y la fabricación.

Nuestro objetivo es pasar de un punto de vista puramente técnico y antropocéntrico, permitiendo que el proyecto se desarrolle en relación con su contexto físico, social, cultural y económico."

Helen & Hard fue fundada en 1996 en Stavanger en la costa oeste de Noruega por el arquitecto noruego Siv Helena Stangeland y arquitecto austriaco Reinhard Kropf.

Uno de sus diseños más representativos de esta filosofía es el pabellón noruego presentado en la Expo 2010 en Shangai, que fue galardonado con la Medalla de Plata en la Expo para el mejor diseño.

Una estructura formada por 15 “árboles”, cada uno de los cuales posee su propio tronco, raíces y cuatro ramas construidas de madera laminada y cubiertas con una membrana.

Esta membrana, que cubre todo el pabellón, actúa como un difusor durante el día y permite que la luz natural se filtre en el espacio interior.

Toda la estructura de tronco y ramas fue construida con un material sustentable desarrollado en China y llamado Glubam (bambú laminado).

Recientemente, en investigaciones de la Universidad de Southern Carolina han logrado desarrollar un material con propiedades estructurales a partir de esta planta, lo que abre las puertas a una serie de nuevas especulaciones con respecto al rol del bambú como material estructural en el diseño arquitectónico.

Un punto importante del proyecto es que se puede desmontar de manera que cada “árbol” pueda ser reubicado y formar una estructura independiente en cualquier otro lugar.

Por el lado de la innovación tecnológica, la eficiencia energética ha sido uno de los condicionantes de todo el diseño del pabellón noruego.

Se instalaron paneles solares, sistemas de captación de agua y rejillas de ventilación ajustables, para mantener la temperatura de la forma más eficiente.

Noruega es líder en sistemas de purificación del agua, por ello lo muestra en el pabellón mediante los sistemas de recolección de aguas pluviales.

La fuerte influencia que la naturaleza desempeña en la cultura noruega se presenta en un pabellón dividido en cuatro zonas distintas, que representan los paisajes identificativos del país: la Costa, el Bosque, los Fiordos y el Ártico, están representados como secuencias espaciales.

Al mismo tiempo, se esperaba cumplir con cierta estética y cualidades narrativas. Esto llevó a la idea de un campo de "árboles".

Cada árbol se compone de una construcción de madera laminada con cuatro ramas de corte y fresado y el tronco, mientras que las cuatro raíces sirven como bases.              

“La relación entre estos paisajes y la vida urbana se comunica a través de sensaciones visuales, táctiles, auditivas, y los estímulos físicos en secuencias escenográficas”.

Su último proyecto, Venessla Library, también tuvo como objetivo un diseño sustentable y reducir los consumos energéticos.

 

Fuente:

www.maderadisegno.com.ar

 

Más información:

 

http://www.hha.no/