cas

La construcción con materiales naturales como el barro o el bambú se asocia a menudo con edificaciones pobres o de baja calidad, alejadas del circuito habitual de la arquitectura contemporánea. La Bienal Internacional de Longquan surge precisamente con la intención de cambiar esta idea, desarrollando prototipos que demuestren las características estructurales del bambú, así como sus posibilidades estéticas y formales. Doce arquitectos de prestigio han sido invitados para diseñar dieciocho edificios entre los que se encuentran un museo, un hotel, una casa, un restaurante, un albergue juvenil y un taller de cerámica, creando un pueblo sostenible que sirva tanto como catalizador económico de la región como proyecto piloto de referencia a nivel mundial.

Situado en la provincia costera de Zhejiang, quinientos kilómetros al sur de Shanghái, el municipio de Longquan es conocido por su cerámica esmaltada y su técnica de cocción tradicional. Inspirados en las vasijas artesanales, los tres edificios del albergue juvenil — conocidos con el nombre de Dragón, Ruiseñor y Pavo Real— están formados por un núcleo de tierra compactada, muros de piedra y una envolvente permeable de bambú. Geométricamente, cada volumen se genera a partir de una curva plana que gira alrededor de un eje central, como si se tratara de una pieza de alfarería fabricada en un torno. Tanto la construcción en tierra como el trenzado de bambú requieren un trabajo artesanal intensivo, lo que permite integrar a la comunidad local en el proceso de fabricación. De esta forma, la población recibe la mayor parte de los beneficios y aprende una nueva técnica que podrá utilizar para mejorar la construcción de sus propias casas. El sistema de climatización se basa en las fuentes de energía básicas —fuego, sol, sombra, viento y vegetación— así como en la idea de reducir al mínimo la cantidad de espacio acondicionado. En los meses de invierno, sólo los núcleos centrales están calefactados mediante un horno de combustión de madera que irradia calor y, de forma complementaria al sistema de colectores solares, proporciona agua caliente a los aseos situados en el nivel superior. Durante las estaciones cálidas, el enfriamiento se consigue de forma pasiva, ya que el viento atraviesa la fachada permeable de bambú y la vegetación genera un microclima en los espacios comunes.