En 2016 se realizó en Uruguay la primera escuela ecológica de la mano del estadounidense Michael Reynolds. En esta oportunidad, será Mar Chiquita el lugar en el que se construirá el segundo colegio. El mismo estará hecho a partir de 2.000 neumáticos, 4.000 botellas de plástico y 8.000 latas de aluminio.

Martín Espósito, jefe del proyecto y director de Tagma, la organización uruguaya promotora de la primera escuela de este tipo, explicó que “es un proyecto que comenzamos hace un tiempo en Uruguay y que tenía como objetivo la construcción de la primera escuela sustentable de Latinoamérica, la construcción de un edificio que enseñara a los niños de una manera diferente”.

El arquitecto Reynolds, especialista en construcciones sustentables alrededor del mundo, aseguró que “este concepto debería estar disponible para todo el mundo en el planeta” porque “les da la posibilidad a los niños de enseñarles a sus padres cómo re-pensar”. Y agregó que los materiales que se utilizará “crecen” en cada país, ya que son objetos sin uso que las personas tiran a la basura, por lo que su reciclaje es indispensable. Este será el tercer proyecto del estadounidense en Argentina, luego de haber realizado trabajos previos en Ushuaia y El Bolsón.

La escuela contará con energía eléctrica a través de una red de paneles solares y se abastecerá de agua de lluvia, que reutilizará tres veces antes de su disposición final. Su construcción tiene el apoyo de empresas como Ala, Disney y DirecTV, y participarán unos 100 estudiantes de varios países que vendrán como voluntarios: aprenderán el método constructivo desarrollado por Reynolds y levantarán el nuevo edificio en apenas 45 días. A partir de abril, esperan que 60 estudiantes de primaria ya estén cursando.

Respecto de la elección del lugar, Espósito contó que luego de recorrer la provincia encontraron en Mar Chiquita el sitio ideal. “Buscábamos un municipio que se adaptara a lo que necesitábamos, que era un acompañamiento real de la comunidad. En Mar Chiquita nos interesó el trabajo de la asociación civil ‘Amartya’, que promueve la cultura de la sustentabilidad en la educación”, contó.

“La Laguna de Mar Chiquita es un accidente geográfico, y en 1997 logramos que se declarara Reserva Mundial de Biósfera por la Unesco. Cuando apareció la posibilidad de hacer la primera escuela sustentable de Argentina me dije: tiene que estar en Mar Chiquita”, dijo en la presentación el intendente de la localidad, Carlos Ronda.

 

Fuente: Clarín