El Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), mediante su Centro Maderas Muebles, controlará los químicos tóxicos en productos de madera. El objetivo es controlar la emisión de formaldehído o metanal, un compuesto químico que se utiliza en la fabricación de tableros y productos madereros.

 

El Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), mediante su Centro Maderas Muebles, montó un laboratorio con el que se realizará un mayor control de la emisión de formaldehídos, un compuesto químico que se utiliza en la fabricación de tableros y productos madereros.

 

El formaldehído o metanal es un compuesto químico, más específicamente un aldehído -el más simple de ellos-; es un gas altamente volátil, incoloro, inflamable a temperatura ambiente y que puede producir sensación de ardor en ojos, nariz y pulmones. Se lo obtiene por oxidación catalítica del alcohol metílico, ya que a temperatura normal es un gas muy soluble en agua y en ésteres.

 

El INTI comenzó a determinar la emisión de formaldehido en productos madereros, especialmente en tableros. Además firmó un convenio con el Instituto Tecnológico Mueble, Madera, Embalaje y Afines (AIDIMA) de España, por medio del cual éste brindará apoyo tecnológico para realizar dichos controles.

 

Por la diversidad de aplicaciones industriales del formaldehído como componente químico para adhesivos utilizados para fabricar tableros (como aglomerados, MDF o tableros de fibra y alistonados contrachapados) destinados a la construcción, muebles y pisos, desde los años 80 se realizan investigaciones sobre su toxicidad.

 

Los científicos ya habían demostrado que a altos niveles de exposición de ratones, el formaldehido resultaba cancerígeno. Ahora se demostró que este componente también puede afectar a los humanos en un tipo poco común de cáncer, el nasofaríngeo.

 

En este sentido, la Agencia Internacional para la Investigación del cáncer (IARC), una división de la organización Mundial de la Salud (OMS), reclasificó el formaldehido de “sustancia sospechosa de producir cáncer” al de “sustancia cancerígena para humanos”.

 

El informe del INTI aclara que "si bien los seres humanos tienen la capacidad de producir formaldehido en forma natural como parte del metabolismo diario normal, estas son cantidades pequeñas y no resultan perjudiciales para la salud".

Puede encontrarse formaldehido en el aire y en los alimentos, y una de las principales fuentes de emisión en el ambiente es la combustión de materiales.

 

Las emisiones de los vehículos, las pinturas y barnices; la cocción de alimentos, el humo del tabaco, ciertos desinfectantes y algunos acabados textiles, liberan formaldehido.

El INTI advierte que es "altamente tóxico" utilizar brasas de restos de tableros aglomerados o maderas multilaminadas para la realización de asados, por ser altamente contaminantes.

 

Por este contaminante, existen legislaciones laborales en diversos países que establecen límites máximos de exposición por períodos de ocho horas. En Reino Unido la concentración máxima de exposición es de 2 partes por millón (ppm), en Canadá 0.3 ppm y en los Estados Unidos 0.75 ppm.

 

En la Argentina rigen las normas nacionales IRAM que fijan niveles máximos aceptables de emisión.

 

Ahora, el INTI a través de su nuevo laboratorio de control de formaldehido acompañará a los fabricantes de tableros que están desarrollando nuevas formulaciones de adhesivos y tecnologías de prensado, para reducir drásticamente el contenido de formaldehido.

 

Fuente:

www.cadamda.org.ar