El Colegio Martín Buber se suma a la campaña de la ONG "Un techo para mi país", que tiene como objetivo la construcción de casas para familias en situación de emergencia. Para ello sumará a egresados de su población educativa bajo el sistema de voluntariado.
El Colegio Martín Buber, con una amplia tradición de compromiso comunitario, acaba de sumarse a la ONG “Un techo para mi país” para la construcción de casas para familias en situación de emergencia, junto a ellos.
Cada una de las casas tiene un costo de $ 8.000, en las que habitan un mínimo de personas de 5 y un máximo de 10. Las viviendas se construyen junto a las familias beneficiarias del programa.
Para este proyecto se integrará a la población de egresados que
tradicionalmente se integran a proyectos solidarios. El objetivo será
pensar y planificar actividades y o productos para recaudar dinero para la construcción de las viviendas.
En agosto la escuela realizará el primer evento recaudatorio y las viviendas a construir se realizarán en diciembre.
El Colegio Martín Buber nace en marzo 1968 con la apertura de su área primaria, aunque sus orígenes fueron imaginados desde en 1962 con la fundación de Bet-Am Palermo, Asociación sin fines de lucro y apolítica, y el Jardín de Infantes nacido en 1963. En 1989 se abre la escuela secundaria. En 1999 inaugura un nuevo espacio en el que desarrollan sus actividades los grupos de 18 meses, 2 y 3 años.
Hoy cuenta con una población de 1000 alumnos. Se trata de un proyecto de escuela judía pluralista, democrática, con fuertes raíces en Argentina y comprometida con el Estado de Israel. Asume el judaísmo desde sus valores humanistas y su legado cultural y se encuentra asociada al respeto por las formas singulares en las que cada uno construye y vive su identidad judía. Basa su tarea pedagógica en el principio de que el sujeto que aprende es activo en la construcción del conocimiento. Que no aprende solo sino en grupo, interactuando y confrontando sus ideas con los demás.
“Más allá del aprendizaje de contenidos, aprenden a aprender, a pensar, a razonar; esto incluye construir la identidad, la capacidad de interrogación y el pensamiento crítico. En este sentido, entendemos que el desarrollo de la personalidad es indisociable del conjunto de relaciones afectivas, cognitivas, sociales y morales que constituyen la vida de la escuela.”
Colegio Martín Buber.