Una entrevista a Adriana Pérez Moralejo y Carlos Blanco, una pareja de arquitectos que trabaja en ‘Basta de demoler’, una ONG que defiende el patrimonio arquitectónico de la Ciudad.
Adriana Pérez Moralejo es arquitecta y coordinadora del área de arquitectura del Centro Metropolitano de Diseño del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
Allí trabaja junto con el arquitecto Carlos Blanco, con quien está casada hace 21 años. Ambos, además, son miembros de Basta de Demoler, una organización conformada por ciudadanos que luchan por la conservación del patrimonio arquitectónico de la ciudad de Buenos Aires.
¿Cuál es su rol dentro de Basta de Demoler?
A. P. M.: Basta de Demoler participa casi desde el inicio, porque en los comienzos sólo estaban Santiago Pusso y Laura Navarro. Somos parte del equipo técnico, que conformamos también con Marcelo Magadán, Germán Carbajal y otros arquitectos y abogados.
C. B.: Nosotros estamos dentro del equipo que maneja la estrategia que va de la mano judicial y política.
¿Cómo se acercaron a la organización?
A. P. M.: Originariamente nació en Recoleta, nosotros éramos vecinos de Santiago (Pusso). Vimos un artículo en un diario, y nos acercamos para empezar a trabajar en el proyecto.
C. B.: Había actitud y voluntad de hacer algo en los vecinos, y en general los jóvenes son especialmente sensibles al tema estético. La trascendencia de la organización tiene que ver con que no es una estructura corporativa de los profesionales de la arquitectura; porque de algún modo nosotros tenemos nuestro propio defecto adentro, somos los demoledores y a la vez los que no queremos demoler.
A. P. M.: Lo que estuvo bueno de Basta de Demoler es que se instaló en la agenda, ahora es el vecino el que habla del patrimonio.
¿Qué actividades está realizando en este momento Basta de Demoler?
A. P. M.: El año pasado presentamos el caso del patrimonio en peligro del centro de la ciudad de Buenos Aires, a la World Monuments Fund (WMF). Así pudimos lograr que el debate se ubicara también en la agenda internacional, y eso a nivel gubernamental pega fuerte. Otra de las peticiones que se presentó a título personal, pero que Basta de Demoler apoya, fue la de Fabio Grementieri, sobre el Teatro Colón.
C. B.: Hubo muchas disputas con otros arquitectos sobre esos temas, porque muchos estaban en contra de la petición que se presentó a la WMF.
¿Y por qué se oponen los mismos que deberían ocuparse de proteger el patrimonio?
A. P. M.: Yo noto mucha superficialidad y no un trabajo intelectual en serio, se copian modelos de afuera sin considerar la identidad de la Ciudad.
C. B.: Hay una gran falta de control y regulación de parte del Estado. Cuando no se controla pasa lo que pasó en Palermo, que está saturado y perdió su identidad, y lo mismo está sucediendo en San Telmo.
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